La habitación de al lado

1 minuto de lectura
Okupas. | EP

Hasta no hace mucho justificábamos cualquier extraño ruido con alguna cita de autor reconocido y, de esa manera, se homologaba el asombro con la normalidad. Así, cuando una reverberación de nuestros antepasados golpeaba la memoria o la puerta de enfrente, citábamos a San Agustín. El obispo de Hipona estaba convencido de que nuestros muertos sobreviven en la habitación de al lado y, sin molestar apenas, son testigos también de nuestros sueños.

Pero ahora, como los tiempos cambian atropelladamente, en la habitación de al lado lo más seguro es que tengamos un okupa en vigilante espera para asediar nuestro piso cuando salgamos a la tienda de enfrente en busca de unos pimientos para que no estén los huevos solitarios. O que, en la habitación de al lado, unos inquilinos de piso turístico griten a la madrugada después de ingerir más de una copa con substancias. Hemos pasado de buscar en los hoteles una “habitación con vistas” a defendernos de los huéspedes maleducados tras la debilidad de los tabiques.

…Buscando argumentos de inútil defensa, apenas se podrá dormir en La Moncloa.

pedrouve

Responder

Your email address will not be published.