Los agentes de la Guardia Civil que asumieron la investigación del asesinato de J.L.R.P. han asegurado que el acusado de matarla, su nieto, se ensañó con la víctima hasta acabar con su vida tras asestarle numerosos golpes en el cráneo con un adorno metálico al cometer el crimen.
Así lo han indicado los agentes de la Guardia Civil pertenecientes al Laboratorio de Criminalística de la Policía Judicial durante la segunda sesión del juicio con jurado popular en el que se juzga al acusado de matar a golpes a su abuela en la localidad ciudadrealeña de Malagón en enero del pasado 2022.
Los agentes han señalado que el acusado se ensañó con la víctima, pues consideran que «no habían hecho falta tantos golpes para acabar con la vida de la mujer» y que provocó que la mujer tuviera el cráneo «destrozado» y se encontraran el cerebro de la víctima «esparcido por el suelo».
Asimismo, la Guardia Civil también han destacado que el agresor actuó bajo un «ataque de ira», propio de los crímenes en los que existe alguna relación sentimental con la víctima, dado la gran cantidad de golpes que la mujer presentaba en la misma zona del cráneo.
La segunda sesión del juicio ha comenzado con la declaración, como testigo, de la madre del acusado e hija de la víctima, quien, entre lágrimas, ha asegurado que, «en condiciones normales», su hijo no habría hecho daño a su madre.
La madre del acusado también ha reconocido que la fallecida «ejercía más como madre» que ella, destacando que existía buena relación entre ambos, más allá de las «típicas discusiones» que puede tener una abuela con su nieto.
También han declarado la tía y la entonces pareja sentimental del acusado, quienes también han asegurado que la relación que abuela y nieto tenían hasta el momento del crimen era buena.