La gratitud escondida

19 de septiembre de 2023
1 minuto de lectura
Una persona sentada en una camilla de un hospital

Por las ventanas de algunos hospitales se ve el mar y se adivina la muerte. En las camas de algunos hospitales se manchan con sangre la nieve de las sábanas. En las habitaciones de algunos hospitales se esconde el miedo detrás de las radiografías. En los rostros de las enfermeras de algunos hospitales se regalan, por amor y por oficio, ramos de inciertas alegrías.

Apenas si se oyen las sirenas de las ambulancias por el canto de los grillos en árboles vecinos. Sí se detecta un rodar de camas que buscan los quirófanos como animales perdidos.

Al enfermo que estaba visitando vinieron para llevárselo a la habitación de las incertidumbres. Verde, por el cáncer deshecho en su figura, supimos que no regresaría. A pesar de todo, Las enfermeras y los médicos siguieron con sus delicadezas, como si no pasara nada.

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