Un estudio realizado por investigadores de la Universidad Hebrea de Jerusalén ha revelado un vínculo significativo entre los glóbulos de grasa de la leche y las bacterias beneficiosas. La investigación destaca que la estructura de estos glóbulos desempeña un papel clave en su interacción con los microbios, favoreciendo mecanismos naturales de protección para la salud intestinal.
Los resultados del estudio indican que el tamaño de los glóbulos de grasa de la leche influye directamente en su impacto microbiano. Los glóbulos más pequeños promueven el crecimiento de bacterias beneficiosas como Bacillus subtilis, mientras que los de mayor tamaño favorecen la formación de biopelículas, asociadas con la resiliencia y adaptación bacteriana.
“La investigación subraya cómo las características físicas de los glóbulos de grasa pueden influir en la dinámica microbiana, ofreciendo nuevas vías para mejorar la salud a través de componentes dietéticos naturales”, explicó la profesora Nurit Argov-Argaman, líder del estudio.
El estudio, publicado en la revista Food Chemistry, también concluye que, aunque la composición química de los glóbulos de grasa ha sido tradicionalmente considerada un factor determinante en su interacción con las bacterias, la estructura tiene un impacto más decisivo.
Experimentos realizados con lípidos sintéticos que imitaban la composición química de los glóbulos no lograron reproducir el mismo efecto bioactivo, lo que refuerza la importancia de las propiedades estructurales. Además, se observó que estas interacciones no afectan de la misma manera a todas las bacterias: Escherichia coli, por ejemplo, no mostró cambios significativos en su comportamiento.
Estos hallazgos tienen importantes implicaciones en la ciencia de los productos lácteos, la nutrición infantil y la seguridad alimentaria. Según los investigadores, los resultados podrían aprovecharse para optimizar la estructura de los glóbulos de grasa de la leche y dar una ventaja competitiva a las bacterias beneficiosas, mejorando potencialmente la seguridad y la salud de los alimentos derivados de la leche.
Asimismo, el estudio destaca que las propiedades funcionales de los componentes de la leche, secretados por las células epiteliales de las glándulas mamarias, desempeñan un papel crucial en la configuración del ecosistema microbiano. Este diseño natural podría ser la base para futuras innovaciones en productos lácteos y tratamientos probióticos.