A pesar del aumento de los precios de los alimentos y de otros productos, la disminución de la electricidad frena la inflación
Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), el Índice de Precios de Consumo (IPC) subió hasta el 5,7% en diciembre, lejos del pico del 10,8%, alcanzado en julio. Aunque la subida media del año fue del 8,4 %. La entrada en vigor de la excepción ibérica negociada por el Gobierno en Bruselas, con condiciones de mercado mejores que las previstas, ha favorecido una inflación más suave.
Esta subida del 5,7% de los precios, respecto a los existentes en diciembre de 2021, es una más baja que la pronosticada por el INE. Esto se debe al el abaratamiento del precio de la electricidad en torno a los máximos históricos de los combustibles.
Por su parte, el precio de los alimentos se ha disparado hasta casi un 16% en diciembre, la mayor tasa desde enero de 1994. Un aumento similar se ha dado en los servicios de alojamiento y en los paquetes turísticos. En el periodo julio-diciembre, se encarecieron un 9,9%. Todavía está por ver el impacto de la rebaja del IVA, aplicada desde el 1 de enero.
En contraste, los carburantes se abarataron más de un 11% en diciembre, efecto facilitado por la polémica bonificación del Gobierno de 20 céntimos sobre el precio del litro, ahora sustituida por una ayuda focalizada en el transporte y el gasóleo profesional.