Hoy: 3 de diciembre de 2024
Lord Byron quiso comprar la isla de Ítaca para burlarse de todos o acaso para comprobar si fue cierto que Penélope destejía por la mañana lo tejido por la noche para que sus pretendientes tuviesen el argumento de que lo suyo con Ulises no había terminado.
Cualquier isla nos vale con tal de desorganizar en silencios este infinito ruido de pedir votos a gritos con un afán de razones heridas con sus propios cuchillos.
Las mentiras dejan para siempre sus migrañas en el recodo de todas las mañanas. Sólo el cielo sobrevive a las islas y el mar nos permite una respiración de azules que en la inspiración se hace poema. Desde las islas, los vientos mejoran el traslado de los silencios después de haber desnudado a las palabras… En las islas no dejan huella los remordimientos.
Ay, pronto acabarán las campañas electorales.