La operación se inició cuando agentes de la Policía Nacional comenzaron a investigar a una organización internacional asentada en la Costa del Sol
Agentes de la Policía Nacional han incautado cien kilogramos de cocaína en un contenedor aéreo procedente de Ecuador. En el marco de la Operación Botnia se ha detenido a doce miembros de un grupo criminal, uno de los más activos en Europa y Sudamérica, formado por ciudadanos albaneses, colombianos, marroquíes y europeos. El grupo tenía contactos directos en los principales países de salida de la cocaína, como Colombia y Ecuador, y con fuertes inversores residentes en Dubái.
La operación se inició a principios del año 2023, cuando agentes de la Policía Nacional comenzaron a investigar a una organización criminal internacional asentada en la Costa del Sol y formada por ciudadanos de Albania, Colombia, Marruecos y Suecia. Los miembros de este grupo tenían contactos directos en los principales núcleos actuales del narcotráfico internacional, como Colombia, Ecuador y Dubái.
Se dedicaban a la exportación de grandes cantidades de cocaína desde Sudamérica hacia Europa
Esta organización criminal se dedicaba a la exportación de grandes cantidades de cocaína desde Sudamérica hacia Europa, tanto por vía aérea como marítima. Tras varias investigaciones, los agentes consiguieron ubicar a los miembros del entramado delictivo en la Costa del Sol y Madrid. Además, detectaron multitud de reuniones entre ellos para preparar envíos de sustancia estupefaciente desde Sudamérica a España. Por otra parte, se detectó que realizaban viajes a otros países, entre ellos Dubái, donde se encontraban los principales inversores del grupo criminal y se impartían las directrices al resto de miembros para llevar a cabo el negocio ilícito.
Los investigadores consiguieron perfilar la estructura criminal investigada y descifrar cuál era el rol desempeñado por varios miembros, llegando a identificar plenamente a los investigados. Por un lado se encontraría la rama colombiana, encargada de obtener la sustancia estupefaciente en origen y dar salida a la droga hacia España tanto vía marítima con contenedores como vía aérea a través de vuelos comerciales. Mientras que por otro lado se encontrarían los ciudadanos marroquíes, responsables de la logística e infraestructura en España.
Entre ambas ramas del grupo criminal, los agentes lograron identificar a un ciudadano de origen alemán, considerado en Suecia uno de los más importantes narcotraficantes internacionales, catalogado como uno de los objetivos de alto valor y de mayor importancia de Europol, que disponía de los contactos necesarios en los países de origen para adquirir grandes cantidades de cocaína de elevada pureza. En mitad de la investigación viajó personalmente a Colombia, con el fin de negociar de manera directa el transporte ilícito con los investigados colombianos.
A finales de 2023, las pesquisas dieron un giro inesperado cuando los investigadores detectaron que un grupo de albaneses se habían unido a la organización para participar activamente en el negocio criminal. El responsable de este grupo residía en la Costa del Sol y estaba en contacto permanente y visitaba con asiduidad a sus jefes en Albania y Dubái para recibir instrucciones y darles novedades.
Preparar un envío de cocaína vía aérea desde Ecuador a Madrid
Durante los primeros meses de 2024, la organización criminal investigada comenzó a intensificar los encuentros y reuniones para preparar un envío de cocaína vía aérea desde Ecuador a Madrid. Los agentes detectaron cómo los encargados de la distribución de la sustancia estupefaciente se desplazaban en tres vehículos hasta una nave situada en un polígono industrial de Fuenlabrada (Madrid), accediendo todos al interior de la nave, momento en el que se procedió a la explotación de la operación deteniendo a cuatro hombres de nacionalidad albanesa que se encontraban en el interior de la nave industrial. De forma simultánea se detuvo al responsable de la rama albanesa y a su socio marroquí, mientras se encontraban reunidos en Marbella.
En esta primera fase, los agentes se incautaron de 100 kilos de cocaína de elevada pureza que se encontraban en el interior de la nave de Fuenlabrada, y que en días previos la organización criminal había introducido en España a través de un contenedor aéreo en un vuelo comercial procedente de Guayaquil, Ecuador. La droga se encontraba repartida en mochilas y, en el momento en que entraron los agentes, los miembros de la organización de origen albanés estaban introduciendo los paquetes de cocaína en “caletas”, compartimentos ocultos situados en los tres vehículos intervenidos.
Tras este operativo, se dictaron ocho órdenes internacionales de detención con la finalidad de detener al resto de miembros del grupo criminal. El día 9 de mayo se detuvo en Colombia al famoso narcotraficante europeo que se encontraba allí coordinando la operación, y a otro de los representantes del entramado colombiano, que meses antes había viajado hasta Madrid para supervisar la operación. El principal responsable de esta organización fue detenido ese mismo día tras llegar a Madrid en un vuelo desde Colombia.
Entre las detenciones practicadas en España también destaca la del líder del entramado albanés, que se encontraba en prisión pendiente de su extradición a Albania en base a una reclamación internacional como responsable de un delito de homicidio doloso, y del hermano del jefe de la organización y su mano derecha para todas las actividades criminales, especialmente en labores de seguridad para los transportes de dinero en efectivo.
Esta operación supone un golpe sin precedentes a la estructura de una de las organizaciones criminales más poderosas a nivel internacional, con un total de doce detenidos y dos órdenes internacionales de detención en vigor, logrando además la intervención de más de 400.000 dólares en criptoactivos, y el desmantelamiento de toda la base logística que tenían establecida para la recepción y distribución de la cocaína desde España.