La finca Cantora, símbolo de la vida familiar y profesional de Isabel Pantoja durante décadas, ha quedado vacía. La cantante decidió desmontarla por completo y trasladar todas sus pertenencias fuera de España. Según informó el programa El Tiempo Justo, el destino final es República Dominicana, aunque hará antes una parada intermedia que no se ha revelado.
Durante varias semanas, camiones de gran tamaño han transportado muebles y enseres hacia el puerto de Cádiz. Allí, los contenedores fueron embarcados rumbo al Caribe. “Cantora ya no es un lugar para vivir ni para mantener. Económicamente es insostenible. El nuevo centro de operaciones será República Dominicana, desde donde intentará relanzar su carrera internacional”, confirmó el periodista Antonio Rossi.
Las imágenes televisivas mostraron la intensa actividad logística en la finca. Camiones entraban al amanecer y salían horas después con destino al puerto. Aunque no se pudo confirmar si Isabel estaba presente en esos momentos, sí quedó claro que se trataba de los últimos movimientos en Cantora. “Se lleva toda su vida, todo lo material”, relató Rossi en directo.
La despedida de Cantora supone también el fin de un punto mediático habitual para la prensa. Durante años, la entrada a la finca se convirtió en escenario recurrente de conexiones televisivas. Ahora, con la mudanza completada, el vínculo de Isabel con ese lugar llega a su fin, y fuentes cercanas afirman que su marcha es “de momento para siempre”.
Con esta decisión, Pantoja busca abrir una nueva etapa profesional. En República Dominicana ya ha mantenido contactos con empresarios y promotores musicales que podrían impulsar su carrera internacional. Tras un periodo marcado por altibajos personales y mediáticos, la artista apuesta por un cambio radical de entorno en un intento por recuperar su espacio en la música.