Hoy te quiero más que ayer... Exactamente un 3 por ciento

En un viraje notable, los órganos judiciales en toda España han informado de una reducción del 3 por ciento en las demandas de disolución matrimonial durante el último año en comparación con el año anterior. Este dato, aunque pueda sorprender a algunos, abre un espacio para la reflexión y el análisis sobre los cambios en las dinámicas sociales y familiares en nuestra sociedad contemporánea.

El matrimonio, como institución fundamental en la estructura social, ha experimentado transformaciones significativas en las últimas décadas. Factores culturales, económicos y legales han influenciado la manera en que las parejas afrontan sus relaciones y conflictos. Este descenso en las demandas de disolución matrimonial no debe interpretarse como un indicador único de la estabilidad de las relaciones, sino más bien como un síntoma de una evolución en la forma en que las parejas enfrentan las dificultades en su convivencia.

Mayor conciencia y nuevas dinámicas en las relaciones

Una de las posibles causas de esta tendencia podría ser una mayor conciencia sobre la importancia del diálogo y la mediación en la resolución de conflictos. Las parejas podrían estar optando por buscar alternativas a la vía legal para abordar sus diferencias y encontrar soluciones que preserven la integridad de la relación, especialmente cuando hay hijos involucrados. La mediación familiar y la terapia de pareja son recursos que pueden proporcionar herramientas para mejorar la comunicación y la comprensión mutua, ayudando a las parejas a superar obstáculos y fortalecer su vínculo.

Asimismo, la evolución de los roles de género y la mayor participación de las mujeres en el ámbito laboral y en la toma de decisiones dentro del hogar también pueden estar influyendo en la dinámica de las relaciones matrimoniales. La igualdad de género y el reparto equitativo de responsabilidades pueden contribuir a una mayor satisfacción y estabilidad en las parejas, reduciendo la probabilidad de conflictos irreconciliables.

Es importante tener en cuenta que este descenso en las demandas de disolución matrimonial no implica la ausencia de problemas dentro de las relaciones. Muchas parejas pueden estar enfrentando dificultades y desafíos, pero están optando por diferentes formas de abordarlos, ya sea buscando ayuda profesional, dando espacio para la reflexión y el crecimiento personal, o reevaluando sus expectativas y prioridades en la relación.

Además, es esencial considerar el impacto de factores externos, como la crisis económica, la pandemia de COVID-19 y otros eventos sociales y políticos, que pueden influir en las decisiones de las parejas en relación con su vida matrimonial. Las situaciones de estrés y presión pueden fortalecer algunas relaciones mientras que debilitan otras, y es probable que estos factores también hayan contribuido a la fluctuación en las demandas de disolución matrimonial.

Un panorama complejo y en constante evolución

Poniendo en relación las demandas de disolución matrimonial del total del año con la población a 1 de enero de 2023, vemos que el mayor número de demandas por cada 100.000 habitantes se dio en Canarias, con 66,7; Murcia, con 65,8; Comunidad Valenciana, con 62,7; Asturias, con 61,6 y Cantabria, con 61,5. En todos esos territorios, se superó la media nacional, que fue de 53,4 demandas por cada 100.000 habitantes. Los valores más bajos se registraron en el País Vasco, con 40,6; Madrid, con 43,7 y Castilla y León, con 43,9.

Es crucial seguir investigando y comprendiendo las causas subyacentes de este fenómeno para poder ofrecer el apoyo adecuado a las parejas en su búsqueda de relaciones satisfactorias y saludables. No podemos interpretarlo de manera simplista como un indicador de la salud o estabilidad de las relaciones matrimoniales, sino más bien como un reflejo de la complejidad y la evolución de las dinámicas familiares en nuestra sociedad.

Y no hay que olvidar que todo esto, lo afirmado, tiene que tener muchas lecturas, incluso la mía, que es la palabra de un divorciado… en dos ocasiones…