Hoy: 24 de febrero de 2025
En el marco de la operación Tamussia, la Guardia Civil ha desmantelado un grupo delictivo dedicado al saqueo de sitios arqueológicos en la provincia de Cáceres. Se han detenido a seis individuos y se investiga a otros tres por su presunta implicación en delitos como daños al patrimonio histórico, hurto agravado, blanqueo de capitales, receptación y pertenencia a organización criminal.
Los agentes han recuperado 2.500 piezas arqueológicas de gran valor, principalmente monedas pertenecientes a la Ceca de Tamusia, con un índice de rareza del 97%, datadas en el siglo I a.C., según informes técnicos especializados. Además de las piezas, se han incautado dos detectores de metales, herramientas de expolio y una pistola detonadora.
La operación Tamussia se inició a finales de 2023 tras detectarse una actividad sospechosa de excavaciones ilegales en yacimientos arqueológicos importantes como Cáparra, en Oliva de Plasencia, y Villasviejas del Tamuja, en Botija, ambos reconocidos por la relevancia de sus restos históricos.
El grupo delictivo operaba de noche utilizando detectores de metales para rastrear las zonas protegidas, sustrayendo piezas arqueológicas sin ningún rigor científico, lo que implicaba la pérdida del contexto histórico asociado. Posteriormente, vendían parte de lo robado a través de redes sociales, a precios muy por debajo de su valor real en el mercado legal.
Durante la investigación se confirmó la actividad delictiva de los detenidos, sorprendidos en otros sitios arqueológicos. Se realizaron registros en domicilios particulares en Moraleja, donde se encontraron las piezas robadas, los detectores de metales, las herramientas de expolio y la pistola detonadora.
La operación culminó con la detención de seis personas por diversos delitos relacionados con el expolio de yacimientos arqueológicos, mientras que otras tres están siendo investigadas por receptación. Todos los implicados, siete hombres y dos mujeres, han sido presentados ante el Juzgado de Instrucción nº 2 de Cáceres.
La investigación fue llevada a cabo por el Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de la Guardia Civil, con la colaboración de la Unidad Orgánica de Policía Judicial (UOPJ), la Sección de Medio Ambiente de la Fiscalía Provincial de Cáceres y la Unidad de Protección del Patrimonio Cultural de la Dirección General de Bibliotecas, Museos y Patrimonio Cultural de la Consejería de Cultura e Igualdad de la Junta de Extremadura. Estas entidades participaron en la evaluación de los daños y la identificación de las piezas recuperadas.