El nuevo presidente norteamericano Donald Trump es un cachondo, pero entiéndanme, no en el sentido eróticosexual del término, que por lo visto también lo es, me refiero a que es el tipo graciosillo que se ríe de nuestra sombra, nos vacila y va de provocador, descarado y líder de lo que podría concebirse como la política del aquí mandan mis cojones y ahora verán ustedes que lo que pienso es lo que vale y ustedes no tienen ni idea. O dicho de otra manera, que le importamos menos que Isa Pantoja a su madre adoptiva, la tonadillera de Marinero de Luces.
En un detallado reportaje que publica hoy en este periódico Patricia de Miguel, muy recomendable para conocer todas las piezas del puzzle de gobierno que ha armado el presidente de pelo mandarina para manejar los resortes del mundo ¿libre?, la periodista sostiene que Trump ha puesto en marcha un gobierno “con un equipo de alta tensión y desafíos globales”. Y tiene razón en ambas cosas.
Trump ha sazonado un Gabinete a su imagen y medida con responsables en diferentes áreas que ya son toda una declaración de intenciones, y si no cómo se puede explicar que se ponga al frente la política sanitaria a un tipo antivacunas, a un negacionista como responsable de Energía o que deje algo tan sensible para el territorio norteamericano como es la política migratoria en manos de lo que algunos analistas consideran ‘halcones antiinmigración’.
¿Es o no es un cachondo este Donald? Tocapelotas desde luego que sí y con estos nombramientos aventura una gestión difícil de entender desde la sociedad occidental.
Preguntas
Con todas estas mimbres parece lógico que en lugares como Europa se hagan preguntas con respuestas que se presumen dolorosas o inquietantes, y entre ellas: ¿Habrá deportaciones masivas de migrantes? ¿Qué pasaría hoy con una pandemia como la de la covid? ¿Se tomarán medidas para evitar que el cambio climático siga amenazando al Planeta? ¿Seguirá apostando EE UU por las energías tradicionales como el petróleo? ¿Qué pasará con las guerras de Ucrania y la de Israel contra los palestinos? ¿Qué futuro le espera a la OTAN y a las relaciones de EE UU con Europa? ¿Habrá políticas proteccionistas que impedirá la exportación de productos a Norteamérica?…
En Estados Unidos va a gobernar la parte más retorcida de Maquiavelo durante los próximos cuatro años, una mente enrevesada y caótica que hará valer que todo vale para conseguir los fines y propósitos que se ha fijado. La cuestión es si esos ‘fines’ y cometidos son los que este mundo necesita y quiere. Yo lo tengo claro. No sé usted, estimado lector.
