La administración Biden ha aclarado que no se trataría necesariamente de llegar a un acuerdo de paz, sino de “reafirmar una posición de superioridad” de cara al exterior
El Gobierno de Estados Unidos ha recomendado este lunes a Ucrania en privado que considere la posibilidad de iniciar negociaciones con Rusia, forzando así su cambio de postura en el panorama internacional, que sostenía que los intentos de paz solo empezarían si el presidente ruso, Vladimir Putin, era depuesto.
Así lo ha revelado el diario estadounidense The Washington Post, que ha hecho hincapié en la insistencia de la Casa Blanca en “no empujar a Ucrania a la mesa de negociaciones”, sino, más bien, asegurar que Kiev conserve el apoyo de sus socios actuales en caso de que las consecuencias de la guerra se hagan aún más adversas. “Reafirmar su superioridad de cara al exterior”, han sentenciado.
“Iremos todo lo lejos que haga falta”, recalcan desde el Ejecutivo americano en relación a su apoyo incondicional al gobierno de Volodimir Zelenski, pero recuerdan que la negativa del mandatario a reunirse con el Kremlin ha generado preocupación en algunas partes de Europa, África y Latinoamérica, donde “los efectos disruptivos de la guerra en torno a la disponibilidad y coste de la comida y combustible han sido aún más acusados”.
El consejero de Seguridad Nacional estadounidense, Jake Sullivan, ha defendido una paz “justa y duradera” para Ucrania y ha aseverado que el respaldo de Estados Unidos permanecerá inalterable a pesar de las disensiones en política interior. “Nos aseguraremos de que los recursos sean los necesarios, pero necesitamos votos de ambos lados del espectro para ello”, ha recordado.
Dese el territorio ruso se recela de la postura adoptada por la administración del presidente Joe Biden. El embajador vinculado a la OTAN, Alexander Vershbow ha hecho público su escepticismo, dejando entrever que Washington no puede ser completamente “agnóstico” sobre el término de la guerra. “Todo el mundo sabe que el interés de Estados Unidos gira en torno a la seguridad europea y a detener la invasión de Ucrania”, ha deslizado.
“Si las condiciones fueran más propicias para la negociación, no creo que el gobierno de Biden se quede al margen”, ha aventurado. “Pero son los ucranianos los que se encuentran en medio del conflicto. Ellos tienen la última palabra. Debemos ser cautos para evitar cuestionar sus decisiones”.