La selección española Sub-18 masculina de baloncesto se proclamó campeona del Eurobasket este domingo en Belgrado, tras imponerse a Francia por un ajustado 82-81. El triunfo llegó gracias a un triple de Guillermo del Pino, quien culminó una espectacular remontada en el último cuarto, cuando España perdía por once puntos (53-64).
Los de Marco Justo supieron resistir y pelear hasta el final, apoyados en una defensa agresiva, el desacierto francés desde el tiro libre y el talento ofensivo de sus jugadores clave. Del Pino, con 23 puntos, fue el héroe de la noche, mientras que el catalán Ian Platteeuw fue elegido MVP del campeonato.
El partido estuvo marcado por el dominio galo durante tres cuartos. Francia, liderada por Bastien Grasshoff e Isaac Guedegbe, parecía tener el control del marcador y del ritmo del encuentro. Pero España nunca se desconectó y, con cinco minutos por jugarse, redujo la diferencia hasta situarse a tiro de triple.
Con 65-72 a falta de tres minutos, llegaron los tiros libres de Andy Huelves y un triple providencial de Del Toro que dejaron el marcador en 76-79 con apenas medio minuto restante. A partir de ahí, Francia falló desde la línea de personal y dejó la puerta abierta a un desenlace épico.
En los últimos segundos, España necesitaba un milagro. Con 78-81 y cuatro segundos en el reloj, Del Pino fue a la línea de tiros libres. Anotó el primero y falló el segundo, pero Francia perdió el rebote. En la acción final, el balón regresó al cordobés, MVP del Europeo Sub-16 en 2023, quien ejecutó un triple limpio que selló la victoria española al sonido de la bocina.
Con este triunfo, la selección española Sub-18 suma su sexto título continental en la categoría, consolidando su hegemonía en el baloncesto de formación. Francia, que no gana desde 2016, se queda una vez más a las puertas, víctima de una generación española que promete dar que hablar en el futuro.
El título no solo confirma el talento de Del Pino o Platteeuw, sino el potencial de una generación sólida, valiente y decidida. La selección Sub-18 masculina ha dejado claro que el relevo generacional está asegurado y que el baloncesto español sigue siendo referencia en Europa