Hoy: 15 de octubre de 2024
Las similitudes históricas y socio políticas entre algunos países suelen darse para algunos periodos de sus historias, aunque estas no se den en forma simultánea, muy por el contrario, bajo contextos globales distintos. Es el caso de la historia española durante la década de 1930 y la historia chilena desde 1965 hasta septiembre de 1973.
En España, el objetivo de terminar con la monarquía y derivar hacia una república fue llevando hacia una confrontación interna dada principalmente por la acción de grupos políticos a los que en definitiva no les interesaba una España republicana, sino que tenían como objetivo aprovechar la coyuntura referida para cambiar la monarquía por el gobierno de los soviets, emulando a lo ocurrido en Rusia dos décadas antes, para desembocar en definitiva, como un camino histórico irreversible, en la dictadura del proletariado de un solo partido.
Es decir, cambiar el absolutismo monárquico por el absolutismo marxista del fin de la historia. Esto trajo como consecuencia una profunda división de la sociedad española de la época, escenario que llevó en julio de 1936 a una intervención militar dividida, sinónimo de una sangrienta guerra civil con un millón de muertos.
En el caso de Chile, éste era una república desde la tercera década del siglo XIX. Desde la medianía de la década del 1930 la izquierda de inspiración marxista como el partido socialista e incluso el partido comunista, desarrollaron alianzas con los llamados partidos “pequeño burgueses”, como el partido radical con el fin de constituir el frente popular y alcanzar el gobierno, objetivo logrado en 1938 con la llegada a la presidencia de la república del radical Pedro Aguirre Cerda.
A mediados de la década de 1950 el partido socialista abandonó el camino de unidad con el centro político y abrazó la vía revolucionaria, cuestión que se acentuó con el triunfo de la revolución de Fidel Castro en Cuba, en medio de la guerra fría que dividía al mundo en dos bloques, uno liderado por Estados Unidos y el otro por la Unión Soviética.
El partido socialista a regañadientes apoyó la candidatura a la presidencia de la república del socialista Salvador Allende en 1964 y en 1970; declarando en esta última que el triunfo electoral era sólo una estación intermedia para alcanzar el poder total, habiendo ya aprobado en octubre de 1967; como válida la lucha armada para lograr el poder total bajo la doctrina marxista leninista, eliminando a la burguesía y a las fuerzas armadas.
Este accionar del principal partido de la Unidad Popular que apoyaba a Salvador Allende provocó la reacción natural de una burguesía que estaba notificada de que tenía sus días contados, reacción a la que se sumaron mayoritarios sectores de la clase media. Fue la base para la generación de dos bloques irreconciliables en Chile, lo que puso al país al borde de la guerra civil cuyo número de bajas se estimaba en 500 mil muertos.
Sólo quedaba por verse si la división profunda en que había caído la sociedad chilena permeaba a las fuerzas armadas produciéndose la intervención militar dividida como en España en 1936 o dicha intervención militar se producía con las instituciones castrenses graníticamente unidas evitándose así la guerra civil.
Este último hecho fue el que marcó la diferencia entre Chile de 1973 y España de 1936.
Para quienes deseen profundizar sobre esta historia, circula en España el libro Chile 1973, de Sekotia, biblioteca de libros históricos de editorial Almuzara, libro que es posible encontrar en las principales librerías de España, ISBN 978-84-18414-74-9.
Al final los libros los realizan los ganadores de las batallas y en Chile lo que sí ha sucedido sin lugar a dudas es un cambio a la emoción llamada miedo. Antes asaltaban a transeúntes en lugares específicos de la capital y con el llamado lanzaso, hoy en día matan y luego toman lo que les da la gana, además de todo el terreno ganado por medio de las bandas de crimen organizado que llegaron de la mano de algunos emigrantes y digo algunos por qué es muy fácil generalizar pero lo cierto es que hay de todo en todos lados.
se agradece , Ulises , la información que algunos pretenden Entibiar a su antojo… más cuando uno ya vivió aquellos nefastos días que recordamos como ” mil negros días de la Dictadura de allende ” Difícil será entonces que nos lleven a los Viejos de Entonces, por otro carril político que no sea la Gran Verdad que actualizas con esta Nueva Obra. Lamentablemente , los Viejos ya vamos siendo menos , puesto hoy ya se enseña Revolución en Kinder…
excelente , Ulises tu Aporte a la Verdad Republicana de Nuestro Chile…