En uno de los encabezamientos que cada día nos ofrece Fuentes Informadas, leí esta frase que me trae y me lleva por las decisiones tomadas: “elegir es renunciar”, también se puede decir que el elector se queda en carne vive porque a veces duele no haber elegido como se debiera. Ante estas dudas permanentes que todos sufrimos, un amigo supo darme algunas indicaciones:
Cuando vivas el trance de una encrucijada, toma el camino donde puedas encontrar a alguien para favorecerlo, nunca busques el más sencillo de recorrer o el más ventajoso para tu vanidad. Santa Teresa de Jesús argumentaba que buscar camino sin sufrimiento es un disparate. Como disparate es elegir todo lo que no enriquezca a los miembros de la sociedad donde vivimos. Dichosa inocencia si esto es lo que parece a muchos..
Una vieja amiga del pueblo, que riega con esfuerzo las macetas de sus geranios, me refirió la pasada primavera que ella cambia cada semana las flores de sus macetas para que se empapen de perfume distinto los que por ella pasan… Sublime sencillez la suya. Ejemplo a nuestro alcance.
Cierto, toda elección también implica perdida. Tampoco algunas decisiones podemos posponer las indefinidamente. Las más dolorosas son siempre las personales. En el resto no debe haber duda, se acierta si ellos implica un bien para el colectivo.