Hoy: 27 de diciembre de 2024
Son cosas mías o a Patxi López le ha crecido la ‘mala hostia’. Al chicarrón vasco portavoz del grupo socialista en el Congreso le molestan hora algunas preguntas en las ruedas de prensa, se encara con los periodistas y se ha hecho experto en evasivas cuando se trata de asuntos incómodos y, claro, un nuevo escándalo sobre corrupción en su partido muy cómodo no es. Relájese, hombre, que con el mal humor aparecen las arrugas.
-¿Qué a mi qué más me da? Pues sí me da porque no quiero que le de un
‘algo’ por la tensión.
Por cierto, lo de Patxi tiene que ver con el ‘caso Mediador’, esa trama socialista que también se conoce como ‘caso Tito Berni’, que nos devuelve definitivamente a la normalidad en este país, esa de las comisiones, los favores políticos, putas, drogas y rock and roll; esa de corruptos que viven como jeques con el dinero público que mueven con el tráfico de influencias. Ahora sí que estamos como antes de la pandemia.
Quería el PSOE dejar la mesa limpia de papeles al acabar el año y dejar atrás los problemillas del ‘sí es sí’ y las tensiones con sus díscolos ministros para centrarse en las elecciones que están por llegar, y va y sale de la chistera el presunto sinvergüenza del ‘Tito Berni’. Es que es mala suerte, con lo que le ha costado al presidente Sánchez llegar y mantenerse en el cargo. ¡Joder, qué tropa!, que dijo don Mariano.
“No es por ti…”
No se han dado un tiempo, ni se han pedido más espacio. La constructora Ferrovial, una de las empresas más importantes de este país, ha roto con España y para siempre. Y así, de sopetón, cuando parecía que todo iba bien entre los dos, pero resulta que la sociedad que preside Rafael del Pino estaba de coqueteo con lo que siempre hemos llamado Holanda, que ahora se conoce como Países Bajos, y Del Pino y la tierra de los tulipanes han pasado a mayores y han decidido irse a vivir juntos.
Ferrovial quería llevarse hasta las fotos y los regalos de cumpleaños, pero luego ha pensado dejarlas para que duela más al verlas. Cuando la ministra Calviño le ha pedido explicaciones, en la empresa le aseguran que “no es por ti, es por mi”, y “que es lo mejor para todos”.
Con el cabreo propio de los ‘cornudos’, el Gobierno arremete contra la empresa por dar una imagen de debilidad de España en el extranjero y generar confusión sobre la fiscalidad en este país.
¡Por supuesto que las declaraciones de los ministros del Gobierno de coalición cuando arremeten contra los empresarios españoles o los nuevos impuestos no han tenido nada que ver ni en ésta ni en otras decisiones que puedan seguir estos pasos, pero ayudar…!
Dicho todo eso, creo que la empresa tiene con el país que se lo ha dado todo un despreciable gesto de insolidaridad que merece la condena social de los españoles. ¿Lo de esta pareja era en gananciales?