Hoy: 10 de diciembre de 2024
El Centro de Operaciones Aéreas Combinadas del Sur de la Alianza con base en Torrejón, supervisa el vuelo de los aviones de Estado para posibles evitar actos hostiles
Los aviones de Estado que transportan a la cumbre de la OTAN en Madrid a los jefes de Estado y de Gobierno de todas las naciones de la Alianza Atlántica están envueltos por una burbuja protectora invisible.
El punto neurálgico del paraguas de seguridad se encuentra en el Centro de Operaciones Aéreas Combinadas de Torrejón (CAOC-TJ), en la base aérea del Ejército del Aire del mismo nombre, en las inmediaciones de la capital de España. Su actuación se lleva a cabo por parte de los 30 países que conforman la Organización del Tratado Atlántico Norte (OTAN).
Ese paraguas invisible que les ampara de posibles actos hostiles cubre el espacio aéreo de los países del flanco Sur de la Alianza Atlántica, se ha reforzado para evitar que los aviones que trasladan a las autoridades internacionales que asisten a la cumbre, puedan ser objeto de cualquier potencial agresión por parte de aeronaves no identificadas o de terceros países.
Desde la sala de Torrejón se sigue segundo a segundo el vuelo, por ejemplo, del Air Force One en el que viaja el presidente de Estados Unidos. Su vigilancia se inicia desde las islas Azores hasta Rumanía y desde las islas Canarias hasta Turquía. Una extensión de 6.500 kilómetros cuadrados de Oeste a Este, que incluye parte del océano Atlántico, todo el mar Mediterráneo y el mar Negro.
En el descomunal operativo participan 50 cazas y un centenar de estaciones radar
para el control exhaustivo del espacio aéreo de la mitad de Europa. Bajo su control también se encuentra un Boeing E-3 AWACS de la Alianza, el sistema aerotransportado de alerta y control que, con su antena de radar en forma de disco sobre la estructura superior del aparato, rastrea los cielos en busca de vuelos no identificados.
También tiene asignado al menos un avión no tripulado de vigilancia aérea o AGS Northrop Grumman Block 40 Global Hawk, cuya base se encuentra en Sigonella (Italia).
Todo para garantizar la seguridad, por ejemplo, de cazas MiG-29 o Sukhoi 27, cuatrimotores de vigilancia Tupolev Tu-95 o bombarderos Tu-160 de la Fuerza Aérea de Rusia.
A la sazón, si un controlador civil verifica que un avión no responde a sus reiteradas llamadas, o se desvía de su ruta establecida, el incidente se encamina al Centro de Mando y Control Aéreo nacional a través del personal militar de las Escuadrillas de Control Aéreo que trabajan en los Centros de Control Aéreo Civil.
A partir de ese momento se activa una alerta y el protocolo de actuación de la OTAN exige que un avión o pareja de aviones estén en el aire en muy escasos minutos. Ese reducido plazo de tiempo significa que, durante las 24 horas del día, el CAOC TJ cuenta con cazas preparados para despegar. Eso supone que los pilotos, mecánicos y armeros viven y duermen en locales inmediatos al hangar donde está aparcado el avión de combate.