El jefe de los servicios de Inteligencia del Ejército de Israel, Aharon Haliva, ha presentado su renuncia este lunes debido a su «responsabilidad» en los ataques perpetrados el 7 de octubre por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás), que resultaron en alrededor de 1.200 muertes y cerca de 240 secuestrados.
Haliva resaltó en su carta de renuncia que la División de Inteligencia no estuvo a la altura de la tarea que se le encomendó y reconoció que sabía que junto a la autoridad iba ligada una gran responsabilidad.
Asimismo, instó a la formación a investigar y determinar de forma exhaustiva, en profundidad y precisa, todos los factores y circunstancias que llevaron a esos difíciles acontecimientos».
El Ejército israelí ha explicado que el ministro de Defensa, Yoav Gallant, ha aprobado la decisión y ha resaltado que Haliva finalizará sus funciones y se retirará de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) una vez que se nombre a su sustituto en un proceso ordenado y profesional.
El Ejército ha destacado además que Haliva «ha mostrado en su petición su gran aprecio a las acciones de los oficiales de las FDI durante la guerra», en referencia a la ofensiva lanzada contra la Franja de Gaza tras los ataques del 7 de octubre, mientras que Halevi «ha dado las gracias a Haliva por sus 38 años de servicio en las FDI.
Haliva se convierte en el primer alto cargo político o militar de Israel en presentar su dimisión por los fallos de seguridad en torno a los ataques ejecutados por Hamás y Yihad Islámica el 7 de octubre, que se vieron seguidos por una ofensiva israelí contra la Franja de Gaza que deja hasta la fecha cerca de 34.100 muertos.