Antes de escribir me lo recuerdo mil veces: ten cuidado con las palabras, que las carga el diablo, ya que todas ellas tienen su gotita de miel envenenada. Por pura convicción y evitando servidumbres innecesarias, no pertenezco a partido político alguno. Cuando cualquiera de ellos se aleja de lo que yo entiendo como dignidad, coherencia, solidaridad o desalojo de las leyes, sin más fundamento que proyectos personales, se me fatiga el alma y pido a la vida que me ofrezca sus pechos de amor, tan lastimados.
El presidente del Partido Popular ha dicho que pretende, con matices, que se busque la manera de encajar Cataluña en España… Se trata de una frase de inmensa debilidad e infortunio. Sin querer, tontamente, está dándole la razón a unos cuantos miles de desaprensivos, cuyo único deseo es echar a los lobos al resto de los españoles.
España está encajada toda ella en la democracia, en la libertad y en la Constitución. Los desencajados, o son malos o están locos.