Hoy: 26 de diciembre de 2024
A pesar de que a algunas personas no les guste hacer ejercicio, es innegable que la actividad física conlleva múltiples beneficios para la salud. Investigadores del Brain Health Center del Pacific Neuroscience Institute en Providence (Estados Unidos) han revelado recientemente un “vínculo fascinante” entre el ejercicio regular y una mejor salud cerebral.
El estudio, publicado en el ‘Journal of Alzheimer’s Disease’, indica que mantenerse físicamente activo se relaciona con un aumento en el tamaño de áreas cerebrales cruciales para la memoria y el aprendizaje.
Para llegar a esta conclusión, los investigadores examinaron resonancias magnéticas cerebrales de 10.125 individuos en los centros de imágenes Prenuvo, colaboradores clave en la investigación.
Descubrieron que aquellos que realizaban actividades físicas regulares como caminar, correr o practicar deportes presentaban volúmenes cerebrales más grandes en áreas clave. Esto incluye la materia gris, responsable del procesamiento de la información, y la materia blanca, que conecta distintas regiones cerebrales, así como el hipocampo, crucial para la memoria.
“Cumplimos con respaldar investigaciones previas que demuestran que estar físicamente activo es beneficioso para el cerebro. El ejercicio no solo reduce el riesgo de demencia, sino que también contribuye al mantenimiento del tamaño del cerebro, lo cual es vital a medida que envejecemos”, explicó Cyrus A. Raji, el investigador principal.
El coautor del estudio y director del PBHC, David Merrill, aseguró que “incluso niveles moderados de actividad física, como dar menos de 4.000 pasos al día, pueden tener un efecto positivo en la salud cerebral”. Esto está por debajo de los 10.000 pasos a menudo recomendados, siendo un objetivo más alcanzable para muchas personas.
“Nuestro estudio conecta la actividad física regular con mayores volúmenes cerebrales, sugiriendo beneficios neuroprotectores. Este amplio estudio expande nuestro conocimiento sobre los factores del estilo de vida que influyen en la salud cerebral y la prevención de la demencia”, señaló Somayeh Meysami, coautor del estudio y profesor asistente de neurociencias.
Un estudio de ‘The Lancet’ en 2020 identificó alrededor de una docena de factores de riesgo modificables que aumentan la posibilidad de padecer la enfermedad de Alzheimer, incluyendo la actividad física. Este trabajo se basa en investigaciones previas del mismo grupo, que conectan la quema de calorías en actividades recreativas con una mejor estructura cerebral.
“Este estudio muestra el impacto del ejercicio en la salud cerebral, y sumado a otras investigaciones sobre la dieta, la reducción del estrés y la conexión social, proporciona evidencia sólida sobre los beneficios comprobados de los factores modificables sin recurrir a fármacos para reducir significativamente la enfermedad de Alzheimer”, afirmó George Perry, editor jefe del ‘Journal of Alzheimer’s Disease’.
Esta investigación subraya una forma sencilla de mantener el cerebro en buena forma: ¡mantenerse activo! Ya sea con una caminata diaria o practicando un deporte favorito, la actividad física regular puede generar beneficios duraderos para la salud cerebral.