Hoy: 27 de febrero de 2025
La Guardia Civil del Subsector de Tráfico de Córdoba ha investigado al conductor de una ambulancia que transportaba a dos pacientes y sus familiares, por la supuesta comisión de un delito contra la seguridad vial. El conductor dio positivo en un control de alcoholemia con una tasa de 0,68 miligramos de alcohol por litro de aire espirado, superando ampliamente el límite permitido de 0,15 miligramos para conductores de vehículos de servicio público.
El incidente tuvo lugar la mañana del 14 de mayo, cuando los agentes de Tráfico observaron la circulación anómala de una ambulancia en la carretera N-432, cerca de El Vacar. La ambulancia llegó a invadir parcialmente el carril contrario, lo que motivó a los agentes a detener el vehículo. El conductor, un hombre de 57 años, fue sometido a las pruebas de alcoholemia reglamentarias, las cuales confirmaron una tasa de alcohol en aire espirado de 0,68 miligramos. El vehículo transportaba a dos personas enfermas y sus dos acompañantes en el momento de la parada.
Se han instruido las diligencias correspondientes, que serán entregadas al Juzgado de Instrucción de Guardia de Córdoba. El conductor se enfrenta a una posible pena de prisión de tres a seis meses, una multa de seis a doce meses, o trabajos en beneficio de la comunidad de 31 a 90 días. Además, podría ser privado del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores por un período de uno a cuatro años.
El Instituto Armado recuerda que factores como el exceso de velocidad, las drogas y el alcohol son determinantes en la probabilidad de sufrir un accidente vial. Subrayan que el consumo de alcohol en la conducción de vehículos de servicio público está aún más restringido debido a la peligrosidad y gravedad asociadas.
El caso ha generado gran preocupación entre las autoridades y la comunidad, dado que los conductores de ambulancias y otros vehículos de emergencia tienen la responsabilidad de garantizar la seguridad de los pacientes y otros usuarios de la vía pública. El comportamiento del conductor no solo puso en peligro la vida de los pacientes y sus familiares, sino también la de otros conductores y peatones. La Guardia Civil ha intensificado los controles de alcoholemia y otros test de sustancias entre los conductores de vehículos de servicio público, con el fin de prevenir este tipo de situaciones y asegurar que quienes están al volante lo hagan en condiciones óptimas.
Además, este incidente pone de relieve la necesidad de una mayor concienciación y formación sobre los riesgos del consumo de alcohol al volante, especialmente entre los profesionales del transporte público. Las campañas de sensibilización se enfocarán en reforzar el conocimiento sobre las graves consecuencias legales y personales que puede acarrear conducir bajo los efectos del alcohol. Las autoridades hacen un llamamiento a la responsabilidad y el compromiso de todos los conductores para evitar tragedias y garantizar la seguridad vial.