José Bergamín no es precisamente uno de mis autores preferidos sin dejar de reconocerle maestría y originalidad en algunos de sus libros que apuntan, como Gómez de la Serna, a las brevedades, frases y relatos cortos. En su primer libro El cohete y la estrella, enfrenta a Herodes con los Reyes Magos, a su manera de autor ocurrente.
Nuestro Presidente de Gobierno declara, como si fuera verdad, que nuestra economía va como un cohete, sin contar siquiera con que la Estrella de Belén pudiera hacer un milagro. Aquellos judíos también sufrían los impuestos de Roma y clamaban al cielo que naciese un Mesías, liberador de tantos abusos.
Al caso viene que Tiberio, el emperador romano que había nacido el año 41 antes de Jesucristo, cierto día un gobernador de provincias le envió una suma importante de dinero, fruto de unos impuestos manifiestamente superiores a lo presupuestado. Y, en lugar de agradecérselo, le destituyó fulminantemente diciendo: “A las ovejas se las puede esquilar, pero no despellejar”… Lo cuenta Carlos Fissas con su facilidad de siempre… ¡A buen entendedor!..