El circunflejo

18 de agosto de 2024
1 minuto de lectura
El presidente Nicolás Maduro

Aunque parezca mentira hubo en España un Presidente de Gobierno que tenía las cejas puntiagudas y el corazón destrozado porque le habían matado a su abuelo, capitán republicano, en la guerra civil del 36. El alma vagabunda del abuelo muerto le pidió en su desasosiego, y aprovechando que el nieto había ascendido a Presidente, que vengara aquella ruindad, la misma que soportaron los familiares de todos los republicanos, fueran cabos, sargentos o generales. Sus bisnietas, que eran góticas, y vestían siempre de negro como almas en pena, pidieron ayuda al Presidente Obama para que convenciera a su padre, el Presidente, de la reparación.

Sin más dilaciones, el Presidente esgrimía suficientes argumentos como para emprender, sin parcialidad alguna, el rescate moral de los que fueron perseguidos por otros militares, con el rey en el exilio. Y esbozó, además, una Ley de la Memoria, por si acaso una parte de españoles sufríamos irremediablemente de alzheimer.

Pasado el tiempo es ahora él quien no recuerda nada, pero ha creído que Maduro es el Mesías esperado: da igual donde descansen los republicanos muertos, sí importan las cuentas corrientes de los vivos.

pedrouve

Responder

Your email address will not be published.

No olvides...

señora del Caudillo" señoras esposa

Señoras de… (II)

Carmen Polo, "La señora del Caudillo"

El callejón de la duda

Don Benito Pérez Galdós ya sitúa este lugar madrileño, de nombre tan singular, como muy cercano al Palacio de Oriente

Dios invocado

Todos los gobernantes tiene sus propios defectos (y los que no gobernamos también)

Impunes

La señora del Presidente de Gobierno ha asistido a la convocatoria de la Asamblea de Madrid