Hoy: 22 de noviembre de 2024
El chocolate de origen se convierte en un ingrediente imprescindible en la pastelería artesanal murciana para celebrar la Navidad, aunque sin renunciar a los dulces típicos de esta época festiva, como los rollos de anís, las tortas de Pascua o los polvorones de almendra.
Juan Carlos Hernández, responsable de Confitería Maite y portavoz de la Asociación Regional de Empresarios de Pastelería (AREPA), ha indicado a Europa Press que el chocolate “de fantasía” y original, no sucedáneo, es cada vez más utilizado en turrones, rellenos, bombones y moldes.
Un chocolate “de autor”, cuidado, al que se une otro dulce cada vez más arraigado en la Región, el ‘Panetone’, de origen italiano. Su compra se ha extendido poco a poco por la geografía regional desde que un grupo de artesanos de Murcia viajara hasta Milán para aprender a elaborar este bollo de masa tipo brioche.
No obstante, Hernández ha recordado que la Navidad es una de las citas anuales en las que más se respetan las tradiciones, también en el ámbito gastronómico. Como ejemplo, el artesano ha comentado el caso de una familia de Madrid que lleva cinco generaciones haciendo el mismo encargo de dulces por Navidad en su establecimiento.
Y es que los mojicones, los rollos de anís, las tortas de Pascua, las delicias, los polvorones de almendra, los mantecados o las tortas de naranja, todos de marcado origen árabe, forman parte de la historia gastronómica de la Región y no pueden faltar en estas fechas en las mesas de los murcianos.
Hernández ha defendido la calidad del producto artesano frente a la pastelería industrial, caracterizada por “productos de baja calidad y larga caducidad”. “Lo artesano no tiene nada que ver”, ha dicho.
Respecto a los precios de las materias primas con las que elaboran sus productos los profesionales del sector, el pastelero ha lamentado que “no dejen de subir”, especialmente de los alimentos básicos, como los huevos o la leche.
Por eso, como deseo para 2024, Hernández ha pedido estabilidad en los precios, que no decrezca el consumo entre los clientes y que los pasteleros tradicionales sigan “centrados en la calidad” de los productos. “Espero que sea un año tan bueno como los dos últimos porque los anteriores, los de la pandemia, fueron durísimos”, ha dicho al respecto.