En los viejos cafés de las sabrosas tertulias se iba, sobre todo, a compartir los desencantos de la obra teatral sin éxito, de la esposa o del marido fugitivos de la familia por un amor desbordado o, en casos extraordinarios, por un
De verdad que este candil no pretende alumbrar a unos más que a otros, sólo desea ser objetivamente honesto y analítico para que, aunque insignificante, alguna luz ofrezca. Me detengo hoy en una frase de Groucho Marx muy reveladora en estas circunstancias:
En una de las geniales viñetas de El Roto aparece una pareja con aire depresivo y esta leyenda en sus labios: “Estamos por la independencia. No nos gustaría seguir viviendo en casa de nuestros padres”… A todos los jóvenes de hoy les
Cruzábamos el río Guadalquivir de un extremo a otro en la barca con maroma que ajustaba a sus manos Manolón. Cinco minutos de travesía y, en la otra orilla del agua, había más pájaros que cantaban, piedras de pizarra adonde se escondían
Uno es según los libros que lee. Según la luz que recibe. Según el Dios en quien cree. Según el amor que sabe dar y el amor que le baña. Según los amigos que tiene. Según la poesía que escucha. Según los
El campo se quedó sin amarillos después que Van Gogh pintara su Trigal con Cuervos en un lienzo total, que también es metáfora de la vida. En la pintura, un viento noble agita las espigas vigiladas por la sombra al acecho de
Dicen que un cordobés curioso le preguntó a Maimónides mientras paseaba a solas con su pensamiento: -¿Por qué en Córdoba musulmanes, judíos y cristianos convivieron felizmente? -Bueno, tampoco es para tanto, contestó. De todas maneras, la causa pudiera ser que a la
En el madrileño Café de Gijón, caro al bolsillo de cualquier poeta, dicen que Salvador Dalí le pedía a Federico García Lorca que le ayudase a cazar moscas: cualquier cosa que le sugiriera el pintor se lo alcanzaba sin titubear el granadino.
Nadie puede dudar de la soberanía intelectual, literaria y discursiva de este gran demócrata nacido antes de Jesucristo y que, como su nombre indica (Cicerón = garbanzo), fue una auténtica molestia en el zapato de sus adversarios. Sus comienzos resultaron implacables contra