Hoy: 23 de noviembre de 2024
La Guardia Civil, en la denominada operación ‘Avicena’, ha detenido a tres personas como líderes de una secta instalada en un chalet en Pobla Tornesa (Castellón), por los presuntos delitos de asociación ilícita, intrusismo laboral, contra la salud pública, agresión sexual y revelación de secretos, entre otros. Entre los detenidos se encuentra la maestra de la secta y su marido, según ha informado el instituto armado en un comunicado.
Los agentes han desecho una secta destructiva del tipo conocido como secta psicoterapéutica, la cual se conocía como un grupo de psicoterapia convencional. Su líder se había denominado a sí misma como maestra y afirmaba tener la verdad absoluta. Se presentaba ante sus supuestos clientes y demás como la única persona que podía ayudarles a solucionar sus problemas.
Los líderes del supuesto culto llevaban años realizando esta actividad y desde hace unos meses se quedaban en un chalet de la localidad astellonense de Pobla Tornesa. Sus seguidores acudían con frecuencia a las terapias o rituales chamánicos desde diversos puntos de toda la geografía española.
Los agentes comenzaron la investigación tras recibir la denuncia de los padres de dos de las víctimas, en la que informaban sobre la existencia de un grupo de perjudicados que habían conseguido salir de la secta y que también estaban dispuestos a denunciar los hechos sufridos.
Resultaba habitual la práctica de rituales chamánicos con consumo de drogas, mezcal y sustancias alucinógenas para posteriormente practicar desnudos colectivos o talleres relacionados con los chakras y terapias sexuales. Estos actos eran realizados en contra de la voluntad de las víctimas. Ya que conseguían anular su voluntad con rituales que en ocasiones eran filmados por los responsables en la vivienda de Pobla Tornesa, donde además se habrían producido presuntamente varios abusos sexuales.
Las sesiones y rituales debían ser celebrados cuándo y cómo la maestra establecía. Para conseguir sus objetivos, amenazaba a las víctimas con sufrir castigos, humillaciones e incluso con ser repudiadas cuando ya existía una dependencia emocional del resto de miembros.
Todas las víctimas habían sido captadas a través de personas de confianza de los líderes de la organización, y el objetivo prioritario eran jóvenes en situación de vulnerabilidad emocional y en búsqueda de soluciones a sus problemas.
Las edades de captación e iniciación en las terapias era de alrededor de los 20 años en la mayoría de los casos, todas las víctimas con un bajo estado anímico por problemas personales o emocionales. Algunas de ellas han estado inmersas en el colectivo durante más de 15 años, quienes se habrían iniciado incluso cuando aún eran menores de edad.
La situación de las víctimas facilitaba a la maestra su persuación mediante el uso de diferentes técnicas. Que servían de control, persuasión, dependencia emocional y separación afectiva de su entorno más cercano. Con el objeto de ser separadas de ellos e integrados en la ‘Familia del Alma’.
La líder daba las terapias a los afectados a cambio de abonar altas cantidades de dinero. Según subía la confianza y dependencia emocional de las víctimas, subía el precio de dichas terapias. Los pagos se hacían mediante métodos de pago que para ocultar la detección de estas actividades a las autoridades.
Las víctimas, en su mayoría, viven en Tarragona, Castellón y Barcelona. Rondarían el centenar de personas. El conteo se ha hecho en base a las personas que fueron a comisaría a informar y la identificación durante el periodo de operación.
Los responsables de la secta llegaron a realizar pruebas de confianza a los adeptos más devotos. Donde se les exigió el pago de más de 10.000 euros. Con la promesa de acceder al círculo más cercano de la maestra y si no lo hacían, eran sacados Del que formaban parte tras su separación del resto de su entorno social.
Asimismo también existía un grupo más exclusivo y con una mayor preferencia en la secta. Conocido como ‘el Círculo’ o ‘los Veteranos’. Formado por varias personas, algunas de las cuales llevarían más de 15 años inmersas en ese grupo. Sobre a las que a su vez se desvelaban intimidades y datos personales del resto de miembros para que pudieran ejercer influencia sobre ellos.
En el registro practicado en el chalé donde se realizaban las sesiones grupales y las de supuesta psicoterapia se encontró dinero en efectivo. Repartido en sobres con anotaciones de los nombres de las supuestas víctimas. También listados de pagos por sesiones realizadas. Y sustancias psicotrópicas empleadas para llevar a cabo los diferentes rituales. Teniendo como finalidad provocar en las víctimas un estado de alucinación, enajenación mental y una total pérdida de la voluntad. Encontradas también una gran cantidad de agendas y anotaciones correspondientes a la vida y datos personales de personas que pudieran ser víctimas del entramado sectario.
El Juzgado de Instrucción 3 de Castellón ha sido el que ha llevado la investigación. Al cual se ha puesto a disposición a los tres detenidos, así como todo el material y evidencias encontradas durante el registro.
Agentes del Grupo de Información de la Comandancia de la Guardia Civil de Tarragona han llevado la operación. Específicamente, de la Jefatura de Información (UCE-3) y de la Comandancia de la Guardia Civil de Castellón.