Hoy: 22 de noviembre de 2024
La creciente contaminación plástica mundial se ha convertido en una amenaza para la salud humana y ambiental. Ya es habitual encontrar desde bolsas de supermercado en las profundidades del mar hasta microplásticos en nuestros suministros de alimentos e incluso en nuestra sangre.
En busca de soluciones para contrarrestar el aumento de la basura plástica, los científicos de la Universidad de California en San Diego han desarrollado nuevos materiales biodegradables que están diseñados para reemplazar el plástico usado convencionalmente.
El estudio, publicado en la revista Science of the Total Environment, ha demostrado que un nuevo material de poliuretano es capaz de biodegradarse en el agua del mar.
En 2010, los investigadores han estimado que 8 mil millones de kilogramos de plástico van a parar al océano en un solo año, con una fuerte escalada prevista para 2025. Al llegar al océano, los desechos plásticos alteran los ecosistemas marinos, migran a ubicaciones centrales y forman grupos de basura como el Gran Pacific Garbage Patch, que cubre un área de más de 1,6 millones de kilómetros cuadrados. Estos plásticos nunca se degradan, sino que se descomponen en partículas cada vez más pequeñas y, finalmente, se convierten en microplásticos que persisten en el medio ambiente durante siglos.
Los científicos han realizado pruebas de este material, actualmente utilizado como espumas en los primeros zapatos biodegradables – que ya están disponibles comercialmente en una empresa llamada Blueview -, en un acuario experimental.
El equipo descubrió que una variedad de organismos marinos coloniza la espuma de poliuretano y biodegrada el material a sus productos químicos iniciales, que son consumidos como nutrientes por estos microorganismos, en el medio marino. Los datos del estudio sugieren que los microorganismos, una mezcla de bacterias y hongos, viven en todo el entorno marino natural.
“La eliminación inadecuada de plástico en el océano hace que este se descomponga en microplásticos y se ha convertido en un enorme problema ambiental”, ha relatado Stephen Mayfield, profesor de la Facultad de Ciencias Biológicas y director del Centro de Biotecnología de Algas de California. “Hemos demostrado que es absolutamente posible fabricar productos plásticos de alto rendimiento que también pueden degradarse en el océano. Los plásticos no deberían ir al océano en primer lugar, pero si lo hacen, este material se convierte en alimento para microorganismos y no en basura y microplásticos que dañan la vida acuática”.
Referencia científica:
DOI: 10.1016/j.scitotenv.2022.158761