Hoy: 22 de noviembre de 2024
La expareja del rey emérito, Corinna zu Sayn-Wittgenstein le asegura al excomisario José Manuel Villarejo que no quiere “vínculos de ningún tipo” con el emérito, máxime cuando le “llama todas las semanas” (min. 4:40). Se trata de una parte de la conversación entre ambos del 7 de octubre de 2016 en el restaurante londinense Santini a la que ha accedido en exclusiva FUENTES INFORMADAS, que hoy reproduce este audio. Esas declaraciones se enmarcan en medio de una campaña de presunto acoso que emprendió el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) para que Corinna no filtrase los secretos de Estado y la información personal de don Juan Carlos, con quien mantuvo una relación entre 2004 y 2009. Un asunto que se está juzgando a raíz de la denuncia de su examante contra Juan Carlos I en el Tribunal Superior de Justicia de Inglaterra y Gales, al cual este medio ha contribuido a aportar posibles pruebas de cargo en relación con la conversación que reveló recientemente entre la jefa del CNI, Esperanza Casteleiro, un coronel de la agencia y Villarejo.
En 2016, en ese restaurante italiano, donde el policía jubilado y la empresaria alemana se citaron, había un encargo fundamental que ella le mandó a Villarejo: atajar el hostigamiento del CNI por las vías que fueran posibles. Se trata de otro episodio más del serial que este medio está difundiendo sobre la conversación entre ambos. Mientras tanto, Corinna Larsen, que ya confiaba plenamente en él, le relata, en un audio del que ya avanzó Okdiario un extracto hace dos años, cómo era la relación entre ella y el emérito en ese momento, cuáles eran sus sentimientos, así como las desavencias que tuvieron derivadas de ese supuesto acoso.
“Un día que te das cuenta de que todo es tan complicado que nunca puede funcionar”, indica Corinna. La princesa alemana no podía más. No estaba dispuesta a “tragar saliva”, según describe Villarejo, a soportar estas acciones en silencio y sin protestar, para salvaguardar el prestigio y los secretos de rey emérito solo porque hubiera mantenido una relación sentimental con él. “Juan [Carlos I] es muy así. ¿Qué quiere? Quiere tenerme dentro de esta tormenta, (…) cada día… ¡Basta ya! (…) He hecho lo que cualquiera hubiera hecho. Las mujeres, sobre estas cosas, somos… la mayoría [de las mujeres que han estado con él] no dice la verdad [sobre su carácter y su comportamiento]” (a partir del min. 2:59), expresa.
Acto seguido se hace alusión a “una fiesta” que dio Corinna en Londres y de la que don Juan Carlos se enteró. Se intuye, a pesar de que esta parte no es enteramente audible, que hacen referencia a que Corinna podía haber tenido algún affaire con alguien aquella noche, algo que llegó a oídos del emérito. Villarejo le pregunta: ¿Fuiste tú [quién dio la fiesta]?. Su respuesta, que por la calidad del sonido no se aprecia bien, es: “Sí, pero de edad mental, cuatro. He visto al príncipe que [ininteligible] Te lo digo porque [el rey emérito] me llama todas las semanas y me dice qué estoy haciendo. Todas las semanas…”. “Yo le dije: ‘Tú tranquilo…’, sostiene Corinna que le trasladó al emérito. “‘Todo bien. No tiene novio… No te preocupes'” (a partir del min. 5:17), zanja el excomisario entre risas, aludiendo a lo que ella le dijo a don Juan Carlos en dicha conversación.
Por ese motivo, la solución era “no volver a España en la vida”. “No quiero meterme en la vida…”, asegura la empresaria de origen alemán, y Villarejo le ayuda a completar la oración: “En la vida esta absurda y polémica que tiene el tío [don Juan Carlos]”. “Yo me he puesto pero así… cuando [don Juan Carlos] venía por mi tierra. No respeta mis palabras, luego no ha hecho cosas inteligentes. Luego, [en su país] hay bastantes españoles. No quiero que me tiren fotografías, no quiero salir… No quiero…”, dice Corinna y el excomisario le vuelve a echar un cable ya no domina a la perfección el castellano: “Vínculos de ningún tipo”. Pero ella manifiesta que no lo hace “por miedo” y el expolicía agrega que es “por coherencia” (a partir del min. 3:54).
“[Juan Carlos I] Quiere hacerme sufrir… Es [algo] psicológico”, asevera la princesa germana. Villarejo le contesta que “probablemente el sentimiento de amor tuyo no lo entendía”. En ese sentido, Corinna apunta que creía “que había llegado el momento en el que se estaba curando [de ese mal comportamiento]”. Ahí es donde el expolicía focaliza la charla en la infidelidad, que, a su juicio, “para él es normal” dado que “todos los Borbones” la han practicado. Ella se sincera e insinúa que don Juan Carlos le engañó con otra mujer: “Puede pedirme cualquier cosa, pero tienes que… ¿Sabes? Yo prefiero una verdad muy horrible a 100 mentiras. Y me doy cuenta”. “‘Oye, te quiero mucho pero déjame que juegue de vez en cuando con alguna historia…'” (a partir del min. 00:01), bromea el excomisario.
Sin embargo, no se queda ahí y habla abiertamente del machismo de don Juan Carlos a la hora de tratar a las mujeres. “Tiene una obsesión con la mujer. No la deja salir de casa. Tienes una esposa, no sé… En un momento [determinado] se vuelve muy feo”. Para más inri, confiesa que “después con sus amigos hablan…”, a lo que Villarejo apostilla: “Sí, alardea [delante de sus amigos]”. Ello supuso para Corinna “una falta de respeto”, encima “teniendo mujer [doña Sofía]… Porque él tiene novia y tiene ya una edad” (a partir del min. 1:11).
Esos amigos próximos a don Juan Carlos no era santo de su devoción. De hecho, según afirma Larsen, son “unos cretinos totales”. El expolicía retirado mantiene que se trata de “unos ladronzuelos que han hecho dinero. ¿Sabes ellos cómo empezaron? Con la basura, con los contratos basura”, algo que ella reafirma: “Sí. Esos son así. El rey emérito tenía en su entorno muchísima gente de este tipo”. No obstante, el empeño de Corinna era reconducir ese tipo de relaciones de “vasallaje” -así lo califica Villarejo- y de interés por estar cerca de un miembro perteneciente a una de las familias reales más antiguas de Europa. “Yo conseguí que fuera un poco diferente. Por eso, toda esa gente no me quiere, porque se se han visto desplazados” (a partir del min. 2:01), sentencia la expareja del antiguo Rey de España.