Hoy: 15 de octubre de 2024
La Audiencia Provincial de Las Palmas ha condenado a un total de 28 años de prisión a un vecino de Santa Brígida (Las Palmas) por el asesinato de un conocido abogado de las Islas, en cuya finca trabajaba como vigilante de seguridad. Este veredicto, emitido en julio de 2023, pone fin a un caso que conmocionó a la comunidad local y cuyos detalles reflejan un crimen premeditado y ejecutado con extrema crueldad.
La sentencia, dictada por la Sección Primera de la Audiencia Provincial, detalla que el asesinato tuvo lugar la mañana del 29 de mayo de 2022, cuando el acusado, motivado por “un sentimiento de odio y resentimiento acumulado desde años atrás” hacia la víctima, decidió llevar a cabo su plan para acabar con la vida del abogado. La relación entre ambos, que se había deteriorado con el paso del tiempo, fue clave en el desenlace de esta tragedia.
Aquel día, el acusado se encontraba en la finca de la víctima, esperando a que esta saliera de su casa. Armado con un cubo de pintura lleno de gasolina y gasoil, que había preparado previamente, lo aguardó en un estrecho pasillo de la propiedad. Según la sentencia, el acusado tenía clara su intención de asesinar al abogado de una forma especialmente cruel. Cuando este apareció, le arrojó el contenido del cubo por todo el cuerpo, empapándolo completamente desde la cabeza hasta los pies. Sin darle tiempo para reaccionar, el acusado encendió un mechero y prendió fuego al acelerante, provocando que las llamas envolvieran rápidamente a la víctima, quien comenzó a gritar de dolor y a pedir ayuda desesperada a su esposa.
Tras ser rociado con combustible y prendido en llamas, el abogado intentó salvar su vida dirigiéndose al aljibe de la finca, con la esperanza de sofocar el fuego sumergiéndose en el agua. Sin embargo, el acusado, mostrando un desprecio absoluto por la vida de su víctima, cerró la tapa del aljibe con el abogado aún dentro. Además, para asegurar que no pudiera salir, colocó sobre la tapa un horno viejo y la puerta de un coche, lo que impidió cualquier posibilidad de escape.
La esposa del abogado, alertada por los desgarradores gritos de su marido pidiendo auxilio, corrió hacia el lugar de donde provenían los sonidos. Al llegar, se encontró con el acusado, quien empuñaba un cuchillo de grandes dimensiones. En un intento de intimidarla, el acusado la sujetó por el cuello y le exigió que le entregara su teléfono móvil. Posteriormente, la encerró dentro de la vivienda con la intención de impedir que pudiera ayudar a su esposo o pedir socorro. A pesar de esta situación, la mujer consiguió escapar al saltar por una ventana y, tras llegar a la casa de unos vecinos, logró contactar con ellos y solicitar ayuda. Fueron estos vecinos quienes llamaron a la Guardia Civil.
Cuando los servicios de emergencia y la Guardia Civil llegaron al lugar, encontraron al abogado aún con vida en el interior del aljibe. Fue rápidamente trasladado al hospital para recibir tratamiento urgente. Debido a la gravedad de sus heridas, fue derivado a un hospital de Madrid, donde, lamentablemente, falleció al día siguiente.
El tribunal de jurado había declarado culpable al acusado en julio de 2023, y la sentencia emitida posteriormente por la Audiencia Provincial de Las Palmas formaliza esta condena. El acusado ha sido condenado a 23 años de prisión por asesinato, un año adicional por el delito de coacciones hacia la esposa del fallecido, y cuatro años más por detención ilegal, sumando un total de 28 años de cárcel. Además, la sentencia impone al condenado la obligación de indemnizar a la viuda con 100.000 euros en compensación por el daño causado.
El asesinato del abogado, conocido en la región por su trayectoria profesional, ha dejado una profunda huella en la comunidad de las Islas Canarias, especialmente en Santa Brígida, donde tanto la víctima como el acusado residían. Las circunstancias del crimen, marcadas por la premeditación y la brutalidad con la que fue ejecutado, han generado un fuerte impacto mediático y social, destacando no solo la gravedad del acto, sino también el dolor infligido a la familia de la víctima.
Este fallo judicial, además de cerrar un capítulo doloroso para los allegados del abogado, envía un mensaje contundente sobre las consecuencias legales de un acto de violencia tan extremo.