Con la intención de eludir la justicia, el procesado planeó su fuga y viajó a Lanzarote días después del crimen
En un caso que ha conmocionado a la comunidad de Las Palmas, un hombre originario de Sevilla y residente en el municipio grancanario de Gáldar ha sido sentenciado a 12 años y 10 meses de cárcel por el brutal asesinato de su pareja y la posterior profanación de su cadáver.
La Audiencia Provincial de Las Palmas dictaminó esta condena tras un veredicto de culpabilidad emitido por un tribunal popular, tomando en cuenta la agravante de parentesco y la atenuante de confesión en este horrendo crimen.
La sentencia, emanada por la Sección Segunda de la Audiencia de Las Palmas, detalla los eventos que llevaron al fatal desenlace. Según el fallo, el acusado conoció a la víctima en octubre de 2020 en Gáldar y rápidamente iniciaron una relación sentimental. Sin embargo, en la noche del 25 de diciembre de 2020, una discusión en su vivienda, una especie de infravivienda situada en un descampado, desencadenó un desenlace trágico. Movido por la intención de acabar con la vida de su pareja, el acusado la mató de forma violenta, aunque los detalles precisos de este acto no han sido establecidos por el tribunal.
Después de cometer el homicidio, el condenado trató de encubrir su crimen y evitar ser descubierto. En un acto macabro, arrojó el cadáver y algunas pertenencias de la víctima en una zanja cercana a la vivienda. Luego, prendió fuego a estos elementos, causando una combustión intensa que destruyó gran parte de las pruebas incriminatorias. A pesar de los esfuerzos por borrar cualquier rastro, la investigación reveló restos óseos humanos en la zona, aunque la identificación de la víctima resultó imposible debido a la falta de ADN.
El acusado se entregó y confesó el crimen
Con la intención de eludir la justicia, el acusado planeó su fuga y viajó a Lanzarote días después del crimen. Sin embargo, confrontado con la inminencia de una denuncia por la desaparición de la víctima, se entregó a las autoridades policiales el 30 de diciembre de 2020, confesando su terrible crimen.
Este caso ha puesto de relieve la gravedad de la violencia de género y la importancia de la justicia en la protección de las víctimas. La sentencia, aunque no puede devolver la vida a la mujer asesinada, busca impartir justicia y enviar un claro mensaje de repudio a este tipo de actos atroces en nuestra sociedad.