El macroestudio ‘RxPONDER’ arroja nuevos resultados sobre la investigación contra el cáncer de mama. El análisis se ha presentado la edición 45 del San Antonio Breast Cancer Symposium, que cuentan con la participación del Grupo GEICAM de Investigación en Cáncer de Mama. En él, los autores han señalado la importancia de considerar factores socioeconómicos y demográficos en la medicina genómica personalizada aplicada al tratamiento del cáncer de mama.
Los datos arrojan que las mujeres de raza negra podrían tener peor pronóstico general en comparación con las pacientes caucásicas. Esta teoría proviene de un test predictivo de la compañía Exact Sciences, ‘Oncotype DX Breast Recurrence Score’ (distribuido en exclusividad en España por Palex Medical SA), que se realizó a una población de 4.000 pacientes, de las cuales 248 proporcionaron detalles de raza y etnia.
Aunque este es un estudio exploratorio, los resultados apuntan a la relevancia de considerar factores sociodemográficos a la hora de aplicar las tecnologías de medicina genómica. “Según señala este análisis, los tumores de mama en las mujeres negras tienen peor pronóstico a igualdad de estadio y riesgo de recaída, y probablemente la causa de esta diferencia sea algún factor biológico no conocido en la actualidad, por lo que no se puede descartar del todo una diferencia en el acceso a los servicios sanitarios”, relata el investigador principal del estudio en España, Emilio Alba, para Europa Press.
La quimioterapia tiene un impacto negativo superior al de la terapia hormonal
En este sentido, otro subanálisis preplanificado del estudio ‘RxPONDER’ demuestra que el impacto negativo cognitivo es mayor en aquellas pacientes tratadas con quimioterapia como parte de su tratamiento frente a aquellas que solo reciben terapia hormonal.
Específicamente, los investigadores encontraron que las pacientes que únicamente habían sido tratadas con terapia hormonal habían recuperado la función cognitiva inicial. Sin embargo, las que recibieron tanto terapia hormonal como quimioterapia no llegaron a recuperar los niveles en cuanto a capacidad cognitiva basal o de inicio.
“Esta toxicidad es una razón adicional para no utilizar la quimioterapia en las mujeres posmenopáusicas N1, RS 0-25, ya que las pacientes no obtienen beneficio, pero sí les afecta la toxicidad”, ha comentado el investigador.
Este análisis remarca la necesidad de utilizar las herramientas adecuadas para guiar las decisiones de tratamiento, garantizando que solo las pacientes que se beneficiarán de la quimioterapia la reciban. De esta manera se pueden evitar efectos secundarios tanto a nivel físico como psicosocial asociados a este tratamiento.