Un comunicado informa que un ensayo llevado a cabo en el Hospital Vall d’Hebron de Barcelona ha demostrado que la combinación del anticuerpo amivantamab y el fármaco anti-EGFR lazertinib ofrece «mejores beneficios clínicos» en pacientes con cáncer de pulmón avanzado en comparación con el tratamiento estándar.
La jefa del Servicio de Oncología Médica del Vall d’Hebron, Enriqueta Felip, ha presentado los resultados del ensayo de fase 3 en pacientes con cáncer de pulmón de célula no pequeña con mutaciones en el gen EGFR y biomarcadores de alto riesgo, en el Congreso de la Sociedad Americana de Oncología Médica.
En el estudio se recuerda que la mutación del gen EGFR se encuentra en alrededor del 15% de pacientes con cáncer de pulmón de célula no pequeña, «siendo una de las mutaciones oncogénicas más frecuentes en este tipo de cáncer».
«En estos casos si el tumor está avanzado o metastático son necesarias nuevas estrategias terapéuticas, especialmente en líneas tempranas de tratamiento», explica Felip.
El ensayo ha evaluado el beneficio de la nueva combinación terapéutica en pacientes con biomarcadores de alto riesgo con peor pronóstico de la enfermedad, como la presencia de metástasis cerebrales o hepáticas, mutación de la proteína EGFR y conmutaciones en el gen p53 en la biopsia líquida.
Los resultados muestran que el anticuerpo combinado con el inhibidor oral de EGFR redujo la progresión de la enfermedad y de muerte en un 30%, con una supervivencia libre de progresión de 23,7 meses frente a los 16,6 meses del tratamiento estándar, el inhibidor oral de EGFR de tercera generación.
Esta combinación también presenta «mejores beneficios clínicos» en pacientes con cáncer de pulmón de célula no pequeña avanzado o metastático con mutaciones en el gen EGFR que, además, presentan metástasis cerebrales o hepáticas, conmutaciones en el gen p53 o ADN tumoral circulante.
Además, en pacientes con metástasis cerebrales se redujo el riesgo de progresión de la enfermedad y muerte en un 31%; en pacientes con metástasis hepáticas al inicio del tratamiento en un 42%; en conmutaciones de TP53 en un 35%; y en mutación EGFR en el ADN tumoral circulante en sangre fue un 32%.
Felip ha destacado que esta combinación presenta beneficios superiores en pacientes con características de alto riesgo, y ha explicado que «podría representar un nuevo estándar de tratamiento de primera línea» en este subgrupo de pacientes.
«Si bien serán necesarios análisis de seguimiento para determinar la importancia estadística y clínica de la supervivencia general», y defiende que esta combinación podría convertirse en una nueva oportunidad en el cáncer de pulmón.