Es lo que denuncian algunas asociaciones de la Benemérita, mientras que la Dirección General de la misma niega la existencia de este problema
La Guardia Civil mantiene alrededor de 400 coches eléctricos estacionados por falta de cargadores en sus dependencias oficiales de Alcalá de Henares. Por tanto, los vehículos no pueden salir a realizar las patrullas de seguridad ciudadana para las que están destinados. Esta es la versión de la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC), que califica de “chapuza” el retraso de las instalaciones de batería prometidas para 2022.
En total, el año pasado tendrían que haberse instalado 1.064 puntos de recarga. En una primera fase, se presupuestaron casi cinco millones de euros. En 2023, estaba pensada la creación de otras 1.136 estaciones con un coste de casi 4,8 millones.
El presupuesto necesario para desarrollar la infraestructura de recarga, proveniente de la Unión Europea, llegó a la Guardia Civil a finales de mayo de 2022, pero la instalación no se adjudicó a Orange hasta diciembre. Esto impidió la utilización de los fondos para desarrollar este proyecto.
El problema se encuentra en los modelos, con un motor eléctrico que tiene 40 kW y una autonomía que no supera los 270 kilómetros. Esto pone en cuestión su funcionalidad para determinadas persecuciones.
Versiones opuestas
Por su parte, la Dirección General de la Guardia Civil asegura que “ningún vehículo eléctrico esté parado por no disponer de posibilidades de recarga”. Sin embargo, no ha mencionado el déficit de los puntos de batería y si, con la llegada de los nuevos vehículos, podrían darse problemas temporales para tenerlos totalmente operativos.
En este sentido, la Dirección General explica a qué ha podido deberse la confusión. “Recientemente, se han recibido 230 eléctricos que se encuentran actualmente en proceso de distribución a las unidades”. Es decir, la razón de que estos 230 coches (y no 380) estén parados se debe a la espera de conocer su destino geográfico, en contraposición a la versión de la AUGC.