Hoy: 22 de noviembre de 2024
La proteína Ku es la encargada en las células humanas de alertar de la presencia de virus de ADN de doble cadena en nuestro organismo, como es el caso del virus de la viruela del mono. Sin embargo, algunos virus son capaces de producir proteínas que bloquean esa defensa.
Un nuevo trabajo publicado en la revista Nature Communications, a cargo de investigadores del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) y de la Universidad de Sussex (Reino Unido), muestra cómo se produce este bloqueo al desvelar el acoplamiento entre la proteína Ku y las proteínas víricas.
Los investigadores han utilizado el virus Vaccinia (utilizado en el desarrollo de la vacuna contra la viruela y perteneciente a la familia de los poxvirus). Dos proteínas de este virus, denominadas C4 y C16, se unen a Ku y bloquean su acción, inactivando así la respuesta inmune celular. Por ello, entender la forma de estas proteínas y su estructura tridimensional ayuda a comprender como producen este bloqueo.
Los investigadores del Grupo de Complejos Macromoleculares en la Respuesta a Daños en el DNA del CNIO, liderados por Óscar Llorca, han conseguido obtener la estructura del complejo C16-Ku a través de criomicroscopía electrónica, una técnica que permite visualizar las interacciones entre la proteína vírica y la proteína humana.
Así, los autores del trabajo han podido identificar qué parte de la proteína del virus causa el bloqueo de Ku. “El heterodímero Ku forma una especie de anillo que es el que se engarza al ADN. La proteína del virus actúa como una especie de tapón de este anillo, bloqueando así la unión de Ku al ADN viral”, relata Llorca en la nota de prensa publicada por el CNIO.
Estos resultados podrían ayudar al desarrollo de estrategias contra las infecciones causadas por virus como el de la viruela del mono. Comparando las secuencias proteicas de los homólogos de C4 y C16 en otros virus de la familia, los investigadores han podido observar que las regiones implicadas en la inactivación de Ku están ampliamente conservadas. Para seguir profundizando en este tema, los investigadores pretenden establecer colaboraciones futuras con grupos especialistas en virología.