La falta de equidad en el acceso a tratamientos innovadores contra el glioblastoma ha sido una de las principales denuncias expresadas por expertos en neurooncología durante un encuentro celebrado en Madrid. El workshop titulado Más allá del diagnóstico: lo que no sabemos (ni hablamos) del cáncer cerebral, organizado por ASTUCE Spain, reunió a especialistas de referencia que reclamaron una respuesta más coordinada y justa del sistema sanitario.
Durante la jornada, profesionales de centros como el Hospital Ramón y Cajal, el Reina Sofía de Córdoba y el Hospital 12 de Octubre coincidieron en que la tecnología TTFields —campos eléctricos con eficacia probada en la mejora de la supervivencia de pacientes con glioblastoma— no está disponible de forma homogénea en el país. “Estamos hablando del único avance real en dos décadas para este tipo de cáncer, y su acceso está condicionado por el código postal”, denunció la doctora María Ángeles Vaz, presidenta del Grupo Español de Investigación en Neurooncología (GEINO).
Las carencias en recursos y personal especializado dificultan que muchos hospitales puedan ofrecer un abordaje multidisciplinar o facilitar el acceso a ensayos clínicos. El doctor Juan Manuel Sepúlveda, del Hospital 12 de Octubre, subrayó que el panorama es extremadamente complejo: “Existen más de 350 tipos de tumores cerebrales, entre adultos y niños. Necesitamos organizarnos mejor, tanto en asistencia como en investigación”, afirmó.
Ejemplos internacionales como el del Reino Unido, donde una asociación de pacientes financia el mayor ensayo clínico sobre glioblastoma, fueron citados como modelos a imitar. Sepúlveda señaló que la investigación en España no puede depender únicamente del sistema público: “Es necesario que la sociedad civil también se implique”.
El doctor Raúl Luque, investigador del IMIBIC/UCO, recordó que no todos los hospitales tienen capacidad para desarrollar investigación ni aplicar terapias de vanguardia. Por su parte, el doctor Juan Solivera Vela, jefe de Neurocirugía del Hospital Reina Sofía, advirtió que si no se actúa con unidad, “el sistema seguirá dejando atrás a pacientes”.
El evento puso sobre la mesa la necesidad urgente de reforzar la colaboración entre centros, garantizar el acceso a estudios moleculares y asegurar que todos los pacientes reciban una atención médica completa, sin importar su lugar de residencia. La conclusión fue clara: sin compromiso institucional y voluntad colectiva, los avances científicos seguirán sin llegar a todos por igual.