Hoy: 22 de noviembre de 2024
La tensión generada ayer durante el homenaje a las víctimas de los atentados del 17A continúa latente. Este jueves, la líder de Junts, a la espera de ser juzgada por un presunto delito de corrupción, ha desviado la pelota sobre su comportamiento en el tributo a los fallecidos, cuando saludó a los manifestantes que defendían teorías conspirativas, señalado al Estado como supuesto culpable de la tragedia.
En una entrevista para Catalunya Radio, Borras ha echado balones fuera, argumentando que “el protagonismo de las víctimas” y que ella no buscaba ningún tipo de atención. La expresidenta del Parlament sí que guardó luto durante el minuto de silencio, aunque inmediatamente después coreó las proclamas de los manifestantes. “Un minuto de silencia es sagrado. Está totalmente fuera de lugar interrumpirlo”, sentenció.
“Saludamos a las personas”, confirmó. “Pero el ¨{boicot al} minuto de silencio no tiene nada que ver con esas personas. Durante todo el acto hubo pancartas, gritos de exigencia de gente que quería saber la verdad, ofrendas florales…”, ha agregado en un intento por normalizar lo ocurrido.
La líder de Junts empleó las mismas palabras que el expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, cuando reivindicó la importancia del homenaje a los afectados vía Twitter: “El mejor tributo que podemos rendir y el mayor respeto que podemos tener para con las víctimas y sus familias es saber toda la verdad. No es justo ni humano negarle a las víctimas el derecho a saber. Y es la mejor manera de aclarar dudas y responsabilidades”, expresó a través de la red social.
Borràs también ha negado cualquier trato cordial con los manifestantes, a los que aseguró “no haber saludado ni aplaudido” a pesar de que las imágenes contrario. “Las víctimas quieren saber, quieren aclarar los hechos, una sociedad que ha vivido unos hechos como estos ha de poder saber qué ha pasado, pidiendo comisiones de investigación para exigir responsabilidades”, ha dejado caer, en apoyo a las ideas de los que protestaban.
Las consignas de aquellos que enarbolaban las pancartas se basaban en la presunta participación del Estado en los atentados de Las Ramblas y Cambrils hace cinco años, con el objetivo de minimizar el movimiento independentista, que entonces ya había anticipado sus intenciones de proclamar la República Catalana, y atacar la Comunidad Autónoma con presuntos fines políticos.
La polémica del homenaje a las víctimas del terrorismo no es la única que actualmente aqueja a Borràs. La líder de Junts fue suspendida de sus funciones como presidenta del Parlament el pasado 28 de julio, después de que la Fiscalía le imputase los delitos de prevaricación y falsedad documental por un supuesto amaño de contratos durante su etapa en la dirección de la Institució de les Lletres Catalanes (ILC).