Hoy: 23 de noviembre de 2024
Las elecciones europeas del 6 a 9 de junio supondrán la mayor prueba hasta la fecha para la Unión Europea ante la desinformación y manipulación orquestada por Rusia, ante unos comicios que llegan en un contexto de creciente injerencia a la que las instituciones europeas han respondido con legislación y extremando la coordinación de los 27 frente a incidentes.
Las alarmas saltaron definitivamente el pasado mes de abril cuando Bélgica anunció junto a República Checa que investigaba intentos de injerencia rusa a través de Voice of Europe, medio online con sede en Praga que dirige campañas sistemáticas de manipulación mediática centradas en la guerra en Ucrania.
Asimismo, el siguiente paso fue activar la Respuesta Política Integrada, un mecanismo interno para promover el intercambio de información entre miembros de la UE ante interferencias de cara a las elecciones.
La cuestión ha vuelto a la palestra en plena campaña electoral con registros en oficinas en las sedes del Parlamento Europeo en Bruselas y Estrasburgo por la supuesta implicación de asesores de fuerzas de ultraderecha en la trama rusa que busca influir en las elecciones europeas.
Esto ocurrió semanas después de que otro colaborador del eurodiputado alemán del ultra Alternativa por Alemania (AfD) Maximilian Krah fuera arrestado por espionaje chino. Krah, que se salió de la ejecutiva de AfD, volvió a generar polémica en mayo tras cuestionar que todos los agentes de la SS fueran criminales.
Todas las instituciones comunitarias en Bruselas coinciden en señalar que existe un aumento de la actividad de desinformación y manipulación en muchos de los Estados miembros de la UE y, aunque fuentes europeas explican que no hay una acción concertada en todo el bloque, sí hay más campañas de desinformación en todos los países y éstas tienen contenidos cada vez más sofisticado y que hacen uso de las últimas tecnologías, como es el deepfake o la inteligencia artificial.
“El mundo digital no tiene Estados miembros”, explican las fuentes que recalcan que en Internet se produce un contenido que traspasa distintas redes y plataformas para llegar a distintos públicos en el seno de la UE. Así las cosas, los expertos de la UE inciden en que no es solo una cuestión de cantidad, que va al alza, sino de la calidad de las campañas y en este sentido, todos los ojos miran a Rusia.
“En lo que respecta a las elecciones europeas, nuestro principal foco si nos fijamos en actores estatales es Rusia, muy claramente, porque es donde vemos la mayor actividad”, explican las fuentes europeas consultadas.
Moscú fue señalado directamente por la Comisión Europea en las últimas sanciones contra medios de comunicación acusados de diseminar propaganda sobre la invasión en Ucrania. Entonces se vetó a Voice of Europe pero también a RIA Novosti, Izvestija y Rossiyskaya Gazeta que se sumaron a una lista negra en la que desde 2022 están la agencia rusa ‘Sputnik’ y el canal de televisión Russia Today, todos acusados de estar bajo control del Kremlin.
Bruselas considera que Rusia está detrás de “acciones continuas y concertadas de propaganda y manipulación de la información dirigidas contra la sociedad civil de la UE y países vecinos”.
Estas prácticas representan una “amenaza significativa y directa para el orden público y la seguridad” del bloque, ya que pueden acabar desacreditando las elecciones o impulsando bulos sobre el recuento, los candidatos o las negociaciones posteriores para renovar Comisión y Consejo.