Hoy: 23 de noviembre de 2024
Un grupo de investigadores arroja luz sobre las diferentes mutaciones que puede sufrir el virus de la gripe aviar para poder replicarse en células de mamíferos, según informa Europa Press.
El estudio ha sido desarrollado en Francia por el Laboratorio Europeo de Biología Molecular (EMBL, por sus siglas en inglés) de Grenoble y publicado en la revista Nature Communications.
Algunas cepas de gripe aviar pueden causar enfermedades graves y muertes. Por suerte, las diferencias biológicas entre aves y mamíferos normalmente impiden que la gripe aviar se propague de las aves a otras especies.
Para infectar a los mamíferos, el virus de la gripe aviar debe mutar para superar dos barreras principales: la capacidad de entrar en la célula y replicarse dentro de ella. Para causar una epidemia o pandemia, también debe adquirir la capacidad de transmitirse entre humanos.
Sin embargo, la contaminación esporádica de mamíferos domésticos y salvajes por la gripe aviar es cada vez más frecuente. Preocupa especialmente la reciente infección inesperada de vacas lecheras en los Estados Unidos por una cepa aviar H5n1, que corre el riesgo de volverse endémica en el ganado vacuno.
Esto podría facilitar la adaptación a los seres humanos, en los que se han notificado algunos casos de transmisión que hasta ahora solo han dado lugar a síntomas leves.
En el centro de este proceso se encuentra la polimerasa, una enzima que organiza la replicación del virus dentro de las células huésped. Esta proteína flexible puede reorganizarse según las diferentes funciones que realiza durante la infección.
Dos polimerasas virales y una proteína de la célula huésped, la Anp32, forman el complejo de replicación, una máquina molecular que lleva a cabo la replicación.
La Anp32 actúa como estabilizador de ciertas proteínas celulares gracias a una estructura clave: su larga cola ácida. En 2015, se descubrió que la ANP32 es fundamental para la replicación del virus de la gripe, pero su función no se entendía por completo.
Los resultados del nuevo estudio muestran que la Anp32 actúa como un puente entre las dos polimerasas virales, llamadas replicasa (crea copias del ARN viral) y encapsidasa (empaqueta la copia dentro de una capa protectora con la ayuda de la Anp32).