Hoy: 5 de diciembre de 2024
Cada nuevo dato que emerge sobre Óscar Sánchez Gil, exjefe de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) en Madrid, profundiza el abismo entre su apodo de El Anodino y los 20 millones de euros encontrados escondidos tras las paredes de su vivienda. La investigación en curso sugiere que su patrimonio ilícito podría ser aún mayor, con la Policía señalando que la suma total podría superar los 27 millones adicionales en efectivo y más de 15 millones en criptomonedas.
Además de la vivienda en Alcalá de Henares donde se hallaron los primeros 20 millones, las autoridades han identificado otra propiedad en Madrid que podría ocultar más dinero. También se investigan presuntas conexiones con una organización albanokosovar que maneja fondos de más de 150 millones de euros en Dubai. Aunque un registro en una vivienda en Dénia (Alicante) no arrojó resultados, las pesquisas continúan mientras la magnitud del caso sigue escalando.
La red criminal para la que operaba Sánchez Gil se beneficiaba de su papel como facilitador en el tráfico de drogas, introduciendo cocaína colombiana por el puerto de Algeciras. Con acceso privilegiado a bases de datos policiales y su capacidad para borrar rastros, Sánchez Gil permitía el ingreso de cargamentos ilegales, obteniendo hasta un millón de euros por operación. Esto contrastaba con su deber de combatir el blanqueo de dinero y los delitos económicos, según informa La Sexta.
Detenido junto a su esposa el pasado 6 de noviembre, Sánchez Gil enfrenta cargos por tráfico de drogas, organización criminal, cohecho y blanqueo de capitales, permaneciendo en prisión provisional sin fianza. La Fiscalía ha revelado que empleó como pantalla una empresa de transporte VTC bajo el nombre de su cuñada, también arrestada, para ocultar y lavar los beneficios del narcotráfico. La caída de quien fuera una figura clave en la lucha contra el crimen evidencia el impacto devastador de la corrupción en las instituciones.