Hoy: 5 de diciembre de 2024
El primer ministro francés, Michel Barnier, se enfrenta a las últimas horas de su mandato en medio de un clima político adverso en la Asamblea Nacional, donde este miércoles se ha iniciado el debate sobre una moción de censura que podría provocar su destitución. Tanto el Nuevo Frente Popular (NFP) como Agrupación Nacional han dejado claro su rechazo al Ejecutivo en discursos marcados por acusaciones cruzadas y críticas a la gestión presupuestaria.
Barnier, quien asumió el cargo hace apenas tres meses, ha sido incapaz de lograr el consenso necesario para aprobar los presupuestos, quedando atrapado en una Asamblea profundamente fragmentada. Desde la tribuna, Eric Coquerel, de La Francia Insumisa (LFI), calificó al Gobierno de “insulto” al electorado que otorgó la mayoría de escaños a la izquierda en las últimas legislativas.
“Hoy hacemos historia”, afirmó Coquerel, que acusó al primer ministro de haber ignorado al bloque progresista en las negociaciones presupuestarias. Según el diputado, cualquier intento de concesión del Ejecutivo se centró en “contentar a la extrema derecha”, un enfoque que considera inaceptable.
Marine Le Pen, líder de Agrupación Nacional, no ahorró críticas hacia Barnier y el presidente Emmanuel Macron. Acusó al Gobierno de “sectarismo” y de elaborar un presupuesto “tecnocrático” que, en su opinión, castiga a las clases medias y trabajadoras con impuestos elevados, mientras evita afrontar el problema de la “inmigración descontrolada”.
Le Pen reconoció que la alianza temporal entre la izquierda y su partido para impulsar la moción no es motivo de celebración, pero la consideró inevitable ante lo que calificó como “instituciones bloqueadas” y un Ejecutivo incapaz de ofrecer respuestas.
La moción de censura, respaldada por la suma de escaños de ambos bloques, parece tener garantizado su éxito. Según fuentes parlamentarias, los resultados de la votación, que se llevará a cabo tras el debate, se conocerán hacia las 20.00 horas.
En caso de prosperar la moción, el presidente Emmanuel Macron deberá designar un nuevo primer ministro, lo que abrirá una etapa de incertidumbre política en Francia.
Barnier, que asumió el cargo como un intento de construir puentes entre facciones rivales, podría pasar a la historia como el líder de un “Gobierno efímero”, un término empleado por Le Pen para describir su mandato en una sesión que promete marcar un punto de inflexión en la política francesa.