El cineasta Pedro Almodóvar, que recibirá este jueves por la tarde el Premio Donostia 2024, ha asegurado que lleva 24 horas en San Sebastián y en este tiempo ha tenido un “tumulto” de emociones, al borde de las lágrimas, si bien luego ha reconocido que en algún momento no ha podido “reprimirlas”.
“Estoy en un momento más emocionante de lo que pensaba. Mi llegada a San Sebastián ha coincidido con mi cumpleaños, con el Premio Donostia y con el visionado de mi nueva película. Estoy al borde de las lágrimas y en algunas momentos no he podido reprimirlas”, ha asegurado en rueda de prensa.
El cineasta ha señalado que San Sebastián le sigue provocando emociones “muy profundas” y ha recordado que su primera vez en el Festival fue hace 44 años con su película Pepi, Luci, Bom. “Anoche era tal la situación de excitación que no podía controlarla. Lo que me apetecía era hacer una crónica exhaustiva de lo que había ocurrido durante el día”, ha comentado Almodóvar.
En relación con esos 44 años, el realizador ensalza la trayectoria que ha tenido -con 23 películas a sus espaldas- y apunta que todas ellas tienen su sello personal. “Todas son mías y me pertenecen, tanto las que más gustan como las que menos. Creo que eso es un privilegio que, desgraciadamente, no todos los directores pueden decir”, ha comentado.
“Lejos de criticar a los directores que tienen que funcionar en una industria haciendo encargos, sobre todo ahora que hay mucho trabajo, y muchas plataformas. Afortunadamente, mi hermano Agustín tuvo la idea de crear El Deseo para que fuéramos autónomos y para ser realmente dueños de lo que hacíamos. Entonces, ser dueño y poder tomar cada una de las decisiones que engloba haber terminado una película es una suerte”, ha explicado.