Unas 120.000 personas, según las organizaciones convocantes, se han manifestado en Tel Aviv, Israel, para exigir la vuelta de los rehenes secuestrados por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) en la Franja de Gaza en una nueva protesta que se ha reproducido en otras ciudades del país.
La marcha ha tenido un cariz especial, ya que exigen al Gobierno del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, que acepte el plan de alto el fuego y liberación de rehenes y presos palestinos que presentó el viernes el presidente estadounidense, Joe Biden. Además piden la dimisión de Netanyahu y la convocatoria de elecciones anticipadas.
El multitudinario seguimiento de la convocatoria hace que sea la mayor manifestación desde el ataque de las milicias palestinas del pasado 7 de octubre, según recoge el diario The Times of Israel.
En la manifestación han participado de nuevo familiares de los secuestrados como Einav Zangauker, madre de Matan Zangauker: «Biden ha hablado porque sabe que Netanyahu podría torpedear este acuerdo también». Joe quería que la gente supiera qué es lo que había realmente sobre la mesa».
La concentración se ha producido de nuevo en torno a las calles Begin y Kaplan de Tel Aviv, en la rebautizada como plaza de la Democracia escenario de las protestas contra el Gobierno desde el 7 de octubre y previamente de las manifestaciones contra la reforma judicial impulsada por el Gobierno de Nentanyahu desde enero de 2023, excepto por unas semanas de paréntesis tras los ataques de Hamás.