Hoy: 5 de diciembre de 2024
El primer ministro francés, Michel Barnier, ha declarado que considera “probable” que las mociones de censura que se debatirán este miércoles en la Asamblea Nacional no prosperen y ha señalado que, si alguna de ellas resulta victoriosa, la situación se tornará “más difícil”. Tanto los partidos de izquierda como los de derecha de Marine Le Pen han planteado iniciativas para derrocar al Ejecutivo de Barnier, aunque únicamente la primera etapa con posibilidades de derrocar al que se transformaría en el líder del Ejecutivo más corto de la V República francesa.
“Depende de los diputados”, ha afirmado Barnier en una entrevista transmitida a última hora de la tarde del martes en TF1 y France 2, donde ha agregado que los legisladores tienen “responsabilidad ante el pueblo francés”. El primer ministro ha defendido, del mismo modo, que la moción “no es un voto contra Barnier”, sino sobre el texto de los presupuestos de la Seguridad Social para 2025, según recogen varios medios.
Además, el político francés ha subrayado de que si sale adelante alguna de las mociones “todo será más difícil y más grave”. Esta advertencia ya la afirmó hace el pasado martes durante la sesión de control al Gobierno en la Asamblea Nacional.
Las dos propuestas se discutirán y se validarán el miércoles desde las 16:00 horas. El encuentro en la Cámara Baja se iniciará con la propuesta presentada por la alianza de izquierdas, la cual ha congregado más firmas y que la agrupación de Marine Le Pen, Agrupación Nacional (RN), ya ha manifestado su respaldo. Al igual que la propuesta por RN, la medida se implementó el lunes, justo después de que Barnier, que no tiene mayoría absoluta en la Cámara, recurriera a una excepción constitucional y eludir el voto parlamentario para ratificar los presupuestos.
El primer ministro ha aclarado también que, por cuestiones constitucionales, Francia no puede celebrar elecciones legislativas hasta dentro de seis meses. Este hecho, bajo su punto de vista, puede agravar la actual inestabilidad política. En hipotético caso de que la moción prospere, el presidente de la República, Emmanuel Macron, tendrá que volver a designar a un primer ministro en un escenario complicado, ya que perdió la mayoría parlamentaria en julio.
Asimismo, Barnier ha descartado volver a ser primer ministro si la Cámara derriba su Ejecutivo. “Tengo ganas de servir, pero, ¿tiene sentido que si caigo mañana, pasado mañana vuelva como si no hubiese pasado nada?”, ha defendido el primer ministro, que ha admitido que, de ser derrocado, “evidentemente” saldrá de esta experiencia herido. La iniciativa, que necesita 288 votos para salir adelante, podría recibir más de 300 apoyos.
Desde el comienzo del mandato de Barnier, los presupuestos han representado un obstáculo que ha evidenciado las complejas relaciones entre los diferentes bloques que constituyen la Asamblea. El RN pidió la supresión de las reducciones anticipadas en los reembolsos de medicamentos y pidió un incremento en las pensiones en relación con la inflación. Adicionalmente, criticó el incremento del impuesto sobre el gas y la aportación de Francia al presupuesto de la Unión Europea, lo que desencadenó las discrepancias que han generado un conflicto con el Ejecutivo.
La líder de la ultraderecha francesa ha defendido que su formación había sido “extremadamente razonable” en las demandas que hicieron llegar al primer ministro y que “la negativa a satisfacerlas era inaceptable”. En el transcurso de la jornada, el primer ministro otorgó concesiones a la formación extremadamente derechista, como subir la subvención a determinados fármacos en 2025, no incrementar la luz o eliminar los apoyos médicos a los migrantes. No obstante, no bastaron para ganar su confianza y RN confirmó que respaldaría la moción de la izquierda, además de presentar la propia.
Según relata AFP, tras mantener una conversación telefónica con Le Pen, Barnier aseguró al resto de líderes de los grupos políticos (Renaissance, MoDem, Horizons y LR) que “no creía” que la líder de RN se atreviera a votar a favor de la moción. “Cuando volvió (de hablar con Le Pen), estaba diferente. En un momento dado nos dijo —no creo que fuera una frase calculada, sino espontánea—: ‘No creía que se atreviera'”, recoge RTVE.
Barnier tiene el respaldo de aproximadamente 211 legisladores —entre ellos macronistas, centristas y conservadores— en un cámara con 577 puestos, en comparación con los 193 de la coalición de izquierdas y los 140 de la extrema derecha.Por esta razón, es casi seguro que el Ejecutivo caerá y ocurrirá menos de tres meses después de la designación de Barnier como primer ministro.
Desde el establecimiento de la presente Constitución, después de la Segunda Guerra Mundial, en Francia se han propuesto 149 iniciativas de censura, pero únicamente una consiguió derrocar al Ejecutivo: la que en 1962 concluyó el Gobierno de Georges Pompidou. De esas mociones, 65 se presentaron tras el compromiso del Gobierno de mantener su continuidad para progresar un texto sin sufragio parlamentario, tal y como ahora ha hecho Barnier.
Después de escuchar las declaraciones de los distintos líderes del Parlamento, los diputados disponen de media hora para votar utilizando una papeleta secreta. Solo los partidarios de la moción de censura dan su voto, la cual se considera aceptada si alcanza la mayoría absoluta de la cámara, o sea, 289 parlamentarios.
El presidente de la República, Enmanuel Macron, también se ha posicionado sobre esta situación que complica la política francesa. En declaraciones a los medios, ha afirmado que “no puede creer en una moción de censura” contra Barnier, al tiempo que asegura que tiene “confianza en la coherencia de las personas”.
La prioridad de Macron, segú ha comentado durante su visita a Arabia Saudí, “es la estabilidad” y considera que RN sería “insoportablemente cínico” si votara a favor de la moción presentada por la izquierda.
De la misma forma, el jefe del Estado francés se ha referido a los llamamientos a su dimisión por parte la oposición como “política ficción” y ha descartado dejar el Elíseo antes del final de su mandato, en 2027. “No tiene sentido”, ha asegurado Macron. “Si estoy aquí ante ustedes es porque he sido elegido dos veces por el pueblo francés. Estoy extremadamente orgulloso de ello y honraré esta confianza con toda la energía que me corresponde hasta el último segundo para ser útil al país”, ha apostillado.
Los ministros franceses han cerrado filas con el primer ministro galo y han asegurado que aún hay margen para dialogar. La ministra de Cohesión de territorios, Catherine Vautrin, en una entrevista para RMC, ha asegurado que “hasta el momento en el que se anuncie la votación hay posibilidad de conversar. Está la señora Le Pen, pero también otros 576 diputados”.
La titular de Cohesión territorial se sumaba al argumento del “riesgo”, algo a lo que se acoge el ministro de Economía y Finanzas, Antoine Armand, al asegurar que el resultado de una moción de censura exitosa “sería la inestabilidad económica y financiera”.