"Me duele el alma de seguir muerto", me dijo Antonio Roldán mientras yo le pedía permiso para sentarme junto a él. Estaban todos alineados en el mismo banco. Antonio Roldán, Pedro Sagasta, Julián Segorvi y Matías Cañete.Viejos
El amigo de la prima de mi vecino se acostó la otra noche un poco aturdido por los gritos que, sin venir a cuento, tuvo que soportar en “El Chiringuito”, ese programa televisivo de fútbol que es un calco de los famosos
Manuel Arinaga se sintió bastante contrariado la tarde que no encontró su cabeza. Ocurrió un instante después de haber decidido volársela con un viejo revolver Smith. Manuel quería matarse.
Una sola vez, y por puro malabarismo social, almorcé junto al señor Griñán en Las Palmeras del Caballo Rojo, de Córdoba. Su aspecto era el de un actor de películas del oeste con balas de fogueo y una conversación deslucida por falta
Hace mucho que decidí no volver a leer el periódico, porque la verdad, es bastante desagradable levantarte por las mañanas y leer las desgracias personales de un montón de gente desconocida.