MAURICIO ORTEGA
MOSCÚ- De llegar a darse el caso que el mandatario ruso no logre un acuerdo con Ucrania para poner fin a la guerra en un plazo de 50 días, Trump va a imponer a Rusia aranceles de alrededor del 100% y, es probable, que además le imponga sanciones económicas.
Putin perdió el beneplácito de Trump, que ayer dio a conocer el envío de sistemas antimisiles Patriot a Ucrania por medio de la OTAN.
El pretexto después de que se llevara a cabo la segunda ronda de negociaciones de principios de junio sobre que el Kremlin está esperando que Kiev de una respuesta ya no es creíble, ya que a todos en Occidente es queda claro que Moscú solamente está ganando tiempo.
Por lo que los negociadores rusos y ucranianos tendrían que regresar a Estambul, en donde hasta ahora sólo acordaron canjes de prisioneros y cadáveres, y sentarse a tratar los aspectos políticos más delicados del conflicto conflicto militar.
Así mismo, Rusia tiene que renunciar a su idea de anexión de territorios ucranianos.
Además, ambos países tendrán que hacer concesiones para poder alcanzar un acuerdo de paz; en el Putin tendría que renunciar a la total desmilitarización de Ucrania y por su parte el líder ucraniano, Volodímir Zelenski, descartar su intensión de ingresar a la OTAN. Teniendo en cuenta ese contexto, Kiev estaría en posibilidad de recibir garantías de seguridad ante una eventual agresión rusa.
Una segunda opción, que Putin opto por el silencio; es decir, no hace mucho caso por a las amenazas de Trump y de esta forma esperar a que se consuma el plazo de 50 días sin que exista algún avance en las negociaciones de paz.
El presidente ruso puede reiterar en las condiciones que puso sobre la mesa hace un año; reconocimiento de anexión, que Ucrania renuncie a la OTAN, que se levante las sanciones contra su país y la devolución de activos rusos congelados.
Putin, dio la orden para que se creara una zona de seguridad en el norte de Ucrania, ya que está convencido de que, tarde o temprano, el frente ucraniano caerá ante la falta de hombres y el aumento de las deserciones en las filas enemigas.
Por su parte, los ucranianos reconocen que van a poder resistir por mucho más tiempo una guerra de desgaste, por lo que están interesados en alcanzar un cese de las hostilidades, esta es opción que es respaldada por una mayoría de rusos, tomando en cuenta los sondeos.
Por su parte, el jefe del Estado Mayor, Valeri Guerásimov, realizó una inspección en el frente, resaltando los éxitos conseguidos por las tropas de la agrupación militar Tsent en el Donbás, que intentan acortar el cerco alrededor de los principales bastiones ucranianos de Sloviansk, Kramatorsk, Pokrovsk y Kostiantinivka.
Al poco tiempo que volvió arribar a la Casa Blanca, Trump ofreció a Putin un trato muy lucrativo a Rusia, mis que provocó la ira de Kiev y la de los países europeos que respaldan al presidente ucraniano. Tras seis conversaciones telefónicas, los emisarios del mandatario estadounidense se mostraron dispuestos a aceptar la anexionada península de Crimea como territorio ruso, así como el control sobre parte del Donbás y el sur de Ucrania, y prácticamente suspendieron la entrega de armamento a Kiev.
Así también, estuvieron a favor de reconocer los intereses de seguridad del Kremlin, asimismo detener la expansión de la OTAN, reabrir fronteras, vuelos directos e inversiones, y rechazaron posibles nuevas sanciones económicas.
No obstante, para Putin no fue suficiente; continúa insistiendo en la capitulación de Kiev, dando la impresión de opta por la guerra en vez de una paz duradera.
Trump amenazó a Rusia con imponerle aranceles secundarios, es decir, impuestos a socios comerciales de Moscú, que se ha visto obligado a reorientar sus exportaciones a Asia en consecuencia del cierre de los mercados europeos.
Esto significa que habría aranceles contra China e India, que actualmente reciben entre el 70 % y el 80 % de las exportaciones de petróleo rusas.
Así mismo, la economía rusa, está al borde de la recesión, por lo que no está en disposición de permitir la suspensión del bombeo de hidrocarburos, que representan más de la mitad de todas las exportaciones.
*Por su interés reproducimos este artículo de Mauricio Ortega Galindo publicado en La Vanguardia MX