Juan Antonio Flores, de 44 años, el interno diabético huido del penal de Navalcarnero por una gravísima desatención médica, ha reunido un aluvión de pruebas que sustentan las querellas que va a presentar contra los hombres del ministro Fernando Marlaska en las prisiones de Alcalá Meco, Navalcarnero y el Centro de Régimen Abierto (CIS) Victoria Kent de Madrid.
Las querellas son por negligencia médica, prevaricación y omisión del deber de ayuda médica. Y estudia si eleva las querellas a Ortiz y al propio Marlaska por culpa in vigilando.
A este interno, que entró a fines de 2017 en la prisión de Soto del Real siendo un deportista, las cárceles de Marlaska y de su jefe de prisiones, el juez de vigilancia penitenciaria en excedencia Ángel Luis Ortiz, le han destrozado por completo la salud. Por desatención médica.
Su vida es un antes y un después de su ingreso en las cárceles que dirige en la cúspide el también juez en excedencia Marlaska -quien antes de ser del PSOE era del PP (ha ocupado cargos para ambos partidos).
Ni Marlaska ni Ortiz han hecho nada contra los responsables penitenciarios que han causado, por inacción, las gravísimas lesiones que ha padecido en prisión Flores y cuyas secuelas arrastra. Y arrastrará de por vida.
El hospital Príncipe de Asturias de Alcalá de Henares y otros centros hospitalarios han proporcionado esta pasada semana a los familiares del interno numerosas citas clínicas, de diferentes especialistas del centro, a las que el interno no compareció porque el director de Meco, o sus subordinados, se negaron a llevarle.
Este interno sufre la diabetes más grave de las existentes, la mellitus 1; es decir, la azúcar de este interno, en cuestión de una hora, puede superar la tasa de 300 y seguidamente bajar a 30 o 40, cifras que se consideran gravísimas y pueden ocasionar la muerte.
La vida de Flores en la cárcel ha sido una tortura, no sólo por la privación de libertad en sí, sino por el daño añadido que le ha generado una institución pública obligada a proporcionar la necesaria salud a los internos, un derecho fundamental inherente a todo ser humano, esté recluido o no.
Flores era un deportista cuando ingresó en la cárcel por un delito económico. Ahora, tras su paso por Prisiones, y por negligencia de Prisiones, tiene un fémur de titanio, un glaucoma, sordera, la compleja diabetes mellitus 1 y también le han dejado cojo: una pierna le mide cuatro centímetros más que la otra.
Era el encargado de los gimnasios de la cárcel de Soto cuando le sobrevino una septicemia que los médicos le curaban con analgésicos. Como suena. Dos litros de pus le sacarían más tarde en el Gregorio Marañón de la rodilla, estando en coma.
Una infección gigante se comía imparable su fémur y amenazaba la cadera. La solución al fuerte dolor que le daban en Soto: calmantes, y más calmantes, cuando tenía la suerte de que le vieran.
A Flores le condenaron a ocho años de cárcel. Un tema relacionado con la venta de coches. No obstante, a las nueve personas que le denunciaron por estafa les resarció el daño dinerario cometido. Unos 70.000 euros.
Es un empresario de éxito, está casado y es padre de cuatro hijos menores de edad. Ahora, con su padre fugado, el mayor, siempre pegado a él, hace como que no oye lo que Flores avanza sobre la posibilidad de que en cualquier momento la policía le ponga las esposas: en puridad está prófugo de la cárcel.
Hasta que decidió no reincorporarse a Navalcarnero durante su último permiso, hace dos meses -y con la finalidad de curarse en la calle, con la Seguridad Social, de la grave herida, alimentada por la diabetes, que le había aflorado en su segunda estancia en Meco-. Hasta ese momento, era un preso modélico, y a juzgar por los comentarios que hacen otros internos en las crónicas publicadas sobre él en este digital, es una persona querida por sus compañeros. En la vida real es un ingeniero mecánico, y ha estudiado Derecho durante su reclusión.
Tuvo 16 permisos y ningún incidente. Falló en el permiso número 17. Pero tenía sus razones.
Falló en el último, por eso ahora está prófugo. Fue a finales de octubre, en vista de que ni en la prisión de Meco ni en la temida Navalcarnero le trataban adecuadamente la úlcera que le salió en el pie y que no se le cerraba. Necesitaba Antibióticos y en la cárcel no se los daban, denuncia Flores.
Llama la atención el hecho de que se tenía que autocurar él mismo. Lo hacía con un bote de Betadine que le dejó a escondidas otro preso. Y, lo que es peor, en Meco obviaban sus citas con los especialistas de diferentes hospitales. No lo llevaban. Se inventaban excusas.
El máximo responsable de procurarle esas citas, cosa que no hizo, se llama Pepe Comerón, el director de Meco. El mismo que el pasado 29 de octubre recibió a Flores, al fin, en su despacho. Hasta ese momento, y durante cuatro meses de peticiones, ni caso.
Comerón es el director que, en lugar de restituirle ipso facto un derecho adquirido, otorgado por un juez de vigilancia, para poder trabajar en la calle e ir al Victoria Kent, como estaba antes de que injustamente lo llevaran a Meco, se fue de vacaciones, engañándole.
Le prometió que vería sus caso a la vuelta de la playa.
Lo que en realidad hizo Comerón, 72 horas después de irse, fue enviarlo en un furgón al módulo de toxicómanos de la prisión de Navalcarnero.
Comerón lo trasladó de cárcel teniendo en sus manos un auto del Juzgado 18 de Madrid que archivaba la denuncia, infundada, que puso a Flores el CIS Victoria Kent basándose en que una noche no había ido a pernoctar. Un quebrantamiento de condena.
Leonor, la subdirectora del Victoria Kent, actuó en este caso con una sevicia extrema. Obvió que Flores no había acudido a pernoctar, tras su jornada de trabajo, como hacen todos los internos del Victoria Kent, porque estaba hospitalizado. Por una bajada de azúcar a 30, tan reducida que pudo ocasionarle la muerte. El SAMUR se lo llevó en ambulancia al hospital desde su casa.
Y Leonor, que, junto a Comerón, nutren los primeros puestos de las querellas que prepara el famoso abogado del interno, Javier Iglesias. Leonor pasó olímpicamente del parte de hospitalización que le entregó Flores, y actuó rápido contra él: le rebajó de grado, le cerró la posibilidad de ir a trabajar y seguir pernoctando en el Victoria Kent, y lo mandó, como castigo, a la cárcel de Pepe Comerón, a la de Meco. Allí empezó otro calvario.
Tras cuatro meses intentando hablar con Comerón, el día que por fin le recibe, porque le ha llegado el oficio con el archivo de la causa relacionada con el quebrantamiento de condena que le atribuyó Leonor, ese día, Comerón le dijo a la cara al interno que él se marchaba de vacaciones y que a la vuelta vería su caso.
Pero lo que realmente hizo fue mandarlo al módulo menos higiénico (enemigo de la diabetes) de Navalcarnero (primeros días del pasado agosto).
Lo que Pepe comerón debió hacer es restituirle ese derecho de forma inmediata y trasladarlo al centro de régimen abierto Victoria Kent -de donde no debió salir, fue por una obcecación de Leonor, para que siguiera trabajando en la calle. Sin ellos, Flores seguiría ahora quitándole días a los dos años de presidio que le restan.
Aún estando prófugo, quien les escribe se ha reunido dos veces con el interno. En un lugar secreto. Marlaska y Ortiz han movilizado a la policía para cazarlo.
Habla demasiado.
Deben saber Marlaska y Ortiz que, cuando vuelva a entrar en Prisión, voluntariamente, este periódico va a seguir muy de cerca la situación del interno y divulgará a la opinión pública cualquier arbitrariedad que se le perpetre.
Además, ahora, se hace urgente y obligado, porque el dinero no es suyo, que Malaska explique ya de donde salió el dinero con el que hace varios años logró que Flores retirase una querella en la que pedía 3 millones de euros por los graves daños de salud que le generaron en su primera prisión, la de Soto: tiene concedido un 75% de discapacidad por todas esas patologías.
En Instituciones Penitenciarias niegan tal indemnización. Lo niegan porque quizás no saben cómo explicar que un dinero de las arcas públicas ha sido utilizado para tapar la negligencia médica que se cometió en la cárcel de Soto del Real contra el interno Flores. Hubo un arreglo extrajudicial.
“Toma este dinero y retiras la querella”, dijeron a Flores los dos hombres de chaqueta negra y encorbatados que se presentaron un día en su celda hace casi un lustro.
Flores había vio de cerca la muerte en el Gregorio Marañón, donde le llevaron casi moribundo. Estuvo en coma. Y había puesto una querella contra los responsables, por acción u omisión, de sus dolencias.
-Tus condiciones mejorarán, le prometieron esos dos individuos.
Y en un principio cumplieron la promesa. Su estancia inicial en Meco, donde estudió Derecho, fue aceptable.
Salía con frecuencia a la calle conduciendo vehículos de la cárcel para llevar materiales a otras prisiones.
Pero entonces eran otros tiempos.
Más tarde, y ya entonces en el CIS, llegaría la jurista Leonor, del Victoria Kent, y lo estropearía todo. Sin un motivo. En que da voces a internos y compañeros, coinciden varios internos consultados.
Y después de ella, en la vida cautiva de Flores irrumpió Comerón (para los presos, por imposición y bajo apercibimiento de sanción, don Pepe, quien, por cierto, tampoco goza de simpatía ni entre los presos ni entre la inmensa mayoría de los familiares. A algunos los ha tratado a patadas.
Es Comerón el director al que se le escapó El Pastillas, un doble asesino. La huida de El Pastilla fue de risa. Mezclado entre los familiares que fueron ese día a ver a sus presos. Hasta una funcionaria le indicó la salida cuando (“por ahí no es, por allí”, le dijo) se despistó un poco del grupo y, con los nervios, iba a salir por una puerta que no era).
Flores quiere entregarse voluntariamente en enero. Tiene mujer y cuatro hijos y su deseo es cumplir los dos años que le quedan y estar con sus hijos y su esposa.
Su abogado Javier Iglesias negocia con Ortiz un encuentro para exigirle que garantice a Flores una adecuada atención médica a sus patologías en su vuelta voluntaria al penal.
Es decir, que, al menos, le lleve a sus citas con los médicos de los hospitales que deben examinarle cada dos o tres meses. Y no por gusto. Porque su salud es muy quebradiza. Cualquier infección es una amenaza de muerte. Así es su diabetes.
Está pegado en el brazo a un chivato electrónico que pita cuando le sube o le baja anormalmente la glucosa. Tomándose varias aceitunas empezó a pitar. Ocurrió hace unos días, delante de quien suscribe esta información. Tiene que pincharse insulina cada dos por tres. Lleva seis años cumplidos, merece el tercer grado. Le han hecho trizas su vida en la cárcel. Marlaska calla. Ortiz también. Leonor y Comerón, a su bola…
[Quien les escribe esta información posee seis premios de periodismo, entre ellos, el Ortega y Gasset -el llamado Pulitzer del periodismo en lengua castellana-, ha sido jefe de sección de Investigación de El País durante muchos años. Ha destapado buena parte de los casos de corrupción que han azotado España en los últimos 20, entre ellos, el caso Gürtel, y es consciente de la inclinación y el subjetivismo que impregnan parte de los pasajes de esta información.
Pero tan abrumadoras son las pruebas que tiene en su poder el interno Flores, y que obran en poder de Fuentes Informadas, sobre las fechorías médicas que ha sufrido en las cárceles de Marlaska, que no ha tenido ningún reparo en su uso como forma descriptiva de la brutalidad, por acción o inacción, con que ha actuado el sistema penitenciario en el caso Flores.
Y lo peor de todo es que no es un caso aislado: el desdén y desidia que emplean algunos carceleros y directores de prisiones roza la criminalidad: se avecinan querellas. Marlaska y Ortiz, silencio. Por ahora.
Marlaska ya no es juez ni nada. Ahora dice ser socialista progre. Y los derechos humanos?
Ese cabron ya ni se acuerda de la constitución. Y mucho menos todas las mentiras que han hecho pa taparse en prisiones como están cagaos por qué se les ha visto que son unos corruptos
Vaya mierda de carceleros que hay en España. Sois funcionarios, no debéis cobrar un sueldo.
Mi solidaridad con el señor Flores y todo mi rechazo a esta gentuza.
Es demasiado lo que le han hecho.
Ánimo señor Flores. Estamos con usted. Ojalá tenga un feliz año nuevo
Estamos muchos con el. Siempre!
Muy a pesar de los maltratadores citados.
Estos tipos deben tener la conciencia muy fea
Conciencia solo?
La diabetes es una enfermedad mortal aún sin reconocer.
La gente es hipócrita y muy inculta según observo, qué triste
Lo que le hicieron no tiene nombre,
Yo estuve casi dos años de compañero de celda en Soto y esto es verdad. Pero jamás pensé que aún seguía así. También no es caso aislado era a muchos. Tapa su mierda siempre IIPP y otros les siguen vergonzoso.
Siempre fue así desde inicio del 78 y nadie se da cuenta.
Son unos cabrones maltratadores y se creen carceleros,jueces,y todo pero solo son unos abre y cierra puertas por eso ojalá vaya alguno de dirección a prision se iban a cagar pero claro ya buscarán la forma una vez más de taparse
En meco son todos los mayores malnacidos desde el primer funcionario hasta el ultimo de planta noble. mienten ,pegan a los internos los jefes de servicio,abusos, no atienden a nadie todo el mundo sale de alli con lesiones que no se curaran jamas.
y todo eso no pasa na? PEPE es un dictador pero un buen cancer terminal ojala le llegue
En el CIS ese jamare que malos son y las mujeres son las peores se creen algo las chulapas.
Todo lo que dicen en los centros penitenciarios son normas no escritas que les obligan a acatar y nadie es capaz de defender los derechos de los presos.
Tienen derechos pero se ignoran y nadie hace nada es una democracia? No.
Y los que alardean de progres son los peores . Son Alimañas con traje.
Y todas las mentiras que se dice en medios por desinformación claro que le Interesa silencio a los centros y todo sobre fugas y más cosas.
Simplemente ni están en su puesto los trabajadores ya que les gusta estar de copas todos juntos en un lugar,jefatura o módulo y los pocos que hay ciertos días y partidos de fútbol pues como si se muere en celda un preso ya puede llamar horas.
Y luego echan balones fuera y se hacen los ofendidos. Que delincuentes son . Más que los que custodian o vigilan
Nadie en esas casas tiene vergüenza ni un juez con arrestos para hacer valer los derechos humanos
Pero las modas se acaban y quizás acaben mal los encubrimientos y maltrato y ojalá lo veamos pronto como todas esas personas disponen de otra oportunidad y los trabajadores presos y ahí empezará la nueva realidad
Ya es hora de que Marlaska asuma responsabilidades. Pero claro es de un gobierno corrupto en el que nadie se va, todos a chupar del bote. Menuda gentuza gobierna en este país. Y los dos son jueces…me río yo….
Prometo en este año ser más bueno con los internos y los trataré como personas. He dicho en este año, jajaja
Lo que está claro que Pepe, leonor y toda su generación se mete en charcos y los de arriba les sacan de ellos.
Una más de millones de veces.
Hasta que el agua 💧 les llegue alto
Y vamooos si lo hará ellos tranquilamente no saben lo que cojones están haciendo
Bueno sólo deciros que los que intentar joder a nuestro amigo:
No descansaremos
No nos rendimos
Nunca, imagináis lo persuasivos que somos
Uno..dos..Flores va por tí… 🎵
Tres.. Cuatro…Flores sigue ahí…
5…6….a Flores no le veis… 🎵
Lo que le han hecho al señor Flores no tiene nombre. Es para meterlos en la cárcel a ellos. Me sumo a la solidaridad con el señor Flores
Caerán esos maltratadores penitenciarios!
Vamos que si lo harán…
Lo que parece insultante es que siempre se diga en noticias, declaraciones, comentarios y la propia TV …
Vulnerando Derechos Fundamentales..
Y Nadie y repito Nadie haga y si es juez disponga nada en contra de estos Señores “Protegidos “. Ya vale no? Estoy a disposición de estas causas 675120733
Abogados de Derechos Humanos