Hoy: 26 de noviembre de 2024
Algunos pediatras de la Asociación Española de Pediatría (AEP) han subrayado que factores como el uso de pantallas, la contaminación ambiental y acústica, la falta de sueño y la mala alimentación representan riesgos significativos para la salud infantil, que debe ser abordada de manera integral desde diversas perspectivas.
Uno de los aspectos cruciales es el sueño, el cual desempeña un papel fundamental en el desarrollo saludable de niños y adolescentes. La privación del sueño conduce a la disminución de la atención y el rendimiento académico, entre otros problemas.
El Dr. Gonzalo Pin Arboledas, coordinador del Grupo del Sueño y Cronobiología de la AEP, enfatizó que el buen descanso es esencial para la salud integral de los niños y que la contaminación ambiental y acústica puede deteriorar la calidad del sueño, afectando negativamente el rendimiento escolar. Además, señaló que la contaminación tecnológica, incluso cuando los dispositivos no se utilizan, influye en el sueño. Recomendó el uso de despertadores tradicionales en lugar del móvil para evitar interrupciones.
La AEP, coincidiendo con el Día del Pediatra (‘Día P’) el 8 de octubre, ha difundido un manifiesto que destaca doce áreas de actividad en las que los equipos de pediatría aportan conocimientos esenciales para la salud infantil. Estas áreas incluyen la promoción de la salud, la vacunación infantil, la nutrición y la lactancia materna, entre otras. El lema de este año es ‘trabajando juntos por los niños y los adolescentes’, subrayando la importancia de la colaboración entre familias y profesionales de la salud en la crianza de niños saludables.
El problema de la obesidad infantil es una de las principales preocupaciones de los pediatras, con una prevalencia del 18% en niños de 6 a 16 años. La alimentación con ultraprocesados, la falta de actividad física y el exceso de tiempo frente a las pantallas contribuyen a este problema.
Además, la AEP se centra en promover la calidad asistencial y la seguridad del paciente, con un enfoque en la prevención y reducción de riesgos en la atención médica pediátrica y la promoción de la formación continua para brindar atención sanitaria de alta calidad.
En resumen, para asegurar un desarrollo saludable de los niños y adolescentes, es necesario abordar la salud infantil de manera integral, teniendo en cuenta factores como el sueño, la alimentación, la actividad física y la calidad asistencial, y fomentando la colaboración entre familias y profesionales de la salud.