Algo que declarar

17 de marzo de 2024
1 minuto de lectura
Guardia Civil en el aeropuerto.| Fuente: EP

Regresábamos de Ceuta tras un día de compras imposibles y miedos a la guardia civil de la aduana. Yo había ido sin reloj para traerme un Cauny en la muñeca, de los que sólo atrasaban dos minutos a la semana. Mi amigo había estado ahorrando más de un año porque soñaba con tener un magnetofón, de cinta transparente y quebradiza. Como era abultado, disimuló el artilugio tras una faja prieta que le obligaba a respirar despacio. Sin embargo, por el bolsillo trasero de su pantalón, descuidadamente, aparecía el cable delator:

-¿Tiene algo que declarar?, le preguntaron irónicamente aquellos hombres de verde con el fusil a cuestas.

-No nada, contestó mi amigo, nervioso e inocente.

-¿Y ese cable que asoma?… Le desnudaron, le confiscaron el trofeo de sus ahorros y, además tuvo que pagar una multa de trescientas pesetas. A plazos…

Hace unos meses, por llevar un frasco de colonia y una navajilla de pelar fruta, no me permitieron que siguiera su camino mi equipaje. A la señora Delcy, vicepresidenta de Venezuela, como nada tenía que declarar, supusieron que nos traía papayas o curubas en sus 80 maletas. Y la dejaron elevarse de nuevo con sus Brackets transparentes, comprendida y sonrosada.

1 Comment

  1. Mi querido y admirado escritor del Candil.
    Eso nos ha pasado a más de uno y sin premeditación.
    En el primer viaje con mi marido ya casados, al regresar con una maquina de fotos super!! hoy solo sería para museo, con un monton de fotos hechas.
    Nos paró en la aduana en Sevilla la Guardia Civil.
    ¿Algo que declarar? y mi despistado marido con la maquina dichosa colgada del hombro, dijo que no.
    La compramos durante el viaje y tenía toda la historia de nuestro viaje lleno de amor.
    Claro que pagamos, pero fue sin intención
    Ciertamente fue un autentico despiste de los dos.
    luego nos reimos.
    ¡Que tiempos tan felices!
    Eramos respetuosos y cumplidores.
    La Guardia Civil nos daba seguridad
    y una mezcla de respeto y nerviosismo, espectante.. y más
    sendo del pais vasco, creció conmigo
    Gracias por estar, mi escritor favorito.

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