La medida forma parte de un plan de dos fases que culminará con el establecimiento de un tope al precio del gas en marzo de 2023
El recrudecimiento de la guerra en Ucrania no solo está afectando a los países beligerantes, sino que también ha agravado la crisis energética presente desde el inicio del conflicto. El canciller alemán, Olaf Scholz, ha propuesto este martes dilatar hasta diciembre de este año el pago de la factura energética a hogares y PYMES.
El Gobierno efectuará un pago de carácter “único y excepcional” por el valor equivalente al consumo de gas y calefacción de un mes que supondrá un coste de 5.000 millones de euros para las arcas estatales y se efectuará antes de que llegue diciembre. Quedarán fuera de la ecuación las grandes compañías, pero Scholz ha señalado que se deliberará sobre su futuro “más adelante”.
Una vez asumido el coste de la factura energética, el Ejecutivo planea poner en marcha una segunda fase, consistente en fijar un tope al precio del gas a partir del último mes de invierno, esto es, marzo de 2023. Esta iniciativa tiene como objetivo reducir el precio medio que se paga por la electricidad, cuyo precio también depende del gas.
La medida está incluida dentro de un paquete de ayudas que el gabinete de Scholz aprobó hace unas semanas para combatir la crisis energética y cuyo valor aproximado se cifra en 200.000 millones de euros. Antes de su entrada en vigor, Alemania ya había recurrido a la quema intensiva de carbón y a la nacionalización de Uniper, la mayor importadora de gas del país teutón, para hacer frente a las adversidades.