Alaska ha puesto en marcha uno de los mayores puentes aéreos de su historia para evacuar a cientos de residentes de las aldeas de Kipnuk y Kwigillingok, en el delta Yukón-Kuskokwim, después de una marejada ciclónica sin precedentes asociada a los remanentes del tifón Halong. El fenómeno, que golpeó la región el domingo, dejó una persona muerta y dos desaparecidas, mientras los equipos estatales y federales continúan con las operaciones de búsqueda y rescate.
The remnants of Typhoon Halong have devastated western Alaska, destroying homes and displacing residents in communities including Kipnuk, Bethel, and Nome.
— Volcaholic 🌋 (@volcaholic1) October 16, 2025
Rescue efforts continue, with Red Cross @RedCrossAK volunteers assisting those affected.pic.twitter.com/nYmC950sc7
Las autoridades informaron de que el nivel del agua superó los 1,8 metros por encima de la marea más alta, lo que provocó que varias viviendas fueran arrancadas de sus cimientos y arrastradas mar adentro. Ráfagas cercanas a los 160 kilómetros por hora azotaron la costa occidental de Alaska, y en Kwigillingok la Guardia Costera rescató a decenas de personas cuando las casas comenzaron a flotar. La víctima mortal fue identificada como Ella Mae Kashatok, de 67 años, mientras que Chester Kashatok, de 41, y Vernon Pavil, de 71, permanecen desaparecidos. En total, más de 50 personas y dos perros han sido rescatados desde el fin de semana.
El daño material es considerable. En Kipnuk se reportaron 121 casas destruidas y graves afectaciones en la pista de aterrizaje y el tendido eléctrico. La falta de carreteras en la región complica la llegada de ayuda, por lo que el suministro de alimentos, medicinas y refugio depende del transporte aéreo y marítimo. Las autoridades destacaron que la recuperación llevará tiempo debido a las condiciones del terreno y al inicio del invierno ártico.
🇺🇸 The E.P.A. canceled a $20M flood protection grant for Alaska’s Native village of Kipnuk in May, calling it “wasteful DEI spending.” On Sunday, Kipnuk was devastated by floods that destroyed homes and left residents stranded. – NYT pic.twitter.com/pCVFLmxYqI
— Faytuks Network (@FaytuksNetwork) October 15, 2025
Los esfuerzos de evacuación buscan aliviar la saturación de los refugios temporales. Cerca de 1.600 personas permanecen alojadas en 13 centros del delta Yukón-Kuskokwim, mientras unas 300 fueron trasladadas a Anchorage, a unos 800 kilómetros de distancia. En Bethel, el principal refugio enfrenta escasez de alimentos, lo que ha llevado a advertencias sobre un posible cierre si los suministros no llegan a tiempo.
Kipnuk y Kwigillingok, con una población conjunta de alrededor de 1.ooo habitantes, están habitadas mayoritariamente por nativos de Alaska e indígenas americanos. En videos difundidos desde la zona se observa a los vecinos hablando en yupik, la lengua nativa más extendida del estado. Estas aldeas, ubicadas junto al mar de Bering, son accesibles únicamente por aire o agua durante gran parte del año, lo que dificulta las tareas de rescate y reconstrucción.
Las autoridades aseguran que las labores de búsqueda continúan y que la prioridad es proteger vidas humanas. La Guardia Costera indicó que aeronaves y drones apoyan las operaciones en coordinación con la Guardia Nacional y los servicios de emergencia estatales. Aunque el clima ha mejorado, persisten las inundaciones y los daños en infraestructuras esenciales.
Expertos advierten de que muchas viviendas no podrán repararse y que el proceso de reconstrucción será lento. Las agencias estatales y federales, junto con organizaciones tribales, trabajan para mantener la asistencia humanitaria y el puente aéreo mientras se evalúan los impactos a largo plazo.